El 11 de noviembre de 1947, en un discurso parlamentario como líder de la oposición, Winston Churchill afirmó que “la democracia es la peor forma de gobierno, si exceptuamos todas las demás”. Esta sutil ironía puede servir para comprender que, aunque la democracia es la mejor forma de gobierno, no garantiza la felicidad individual.
Si nos dieran a elegir entre vivir en una familia o en una comuna, la mayor parte de nosotros elegiría vivir en familia. Y es que el amor y la búsqueda de la felicidad rige la vida en familia, aunque no sea una forma de vida democrática. En cambio, en una comuna, es decir en la sociedad en general, en el mejor de los casos se busca la justicia mediante la democracia, pero eso rara vez basta para hacernos felices.
El 24 de octubre publicó el papa Francisco su cuarta encíclica, titulada Dilexit nos, sobre el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo. Es un texto largo, con 220 párrafos, que subraya la importancia que esta devoción tiene en la Iglesia católica, más que por su extensión, por su rango, ya que hacía más de 68 años que no se dedicaba una encíclica al Sagrado Corazón, desde la Haurietis Aquas, publicada en 1956 por el papa Pío XII.
José Ramón Navarro-Pareja (Enguera, Valencia, 1971) comenta con Santiago Mata la autobiografía que el papa Francisco ha escrito con el periodista italiano Fabio Marchese, titulada Vida. Mi historia a través la Historia (HarperCollins Ibérica). Navarro-Pareja señala como uno de los puntos significativos de un pontificado que dice está en su etapa final, que el papa Francisco ha tenido buena acogida entre los no creyentes, y que a los creyentes nos ha hecho conscientes de que el Papa es siempre una persona normal, con aciertos y errores, que necesita nuestra oración.
-José Ramón Navarro-Pareja, redactor de Religión en ABC. ¿Cuál es su trayectoria profesional?
-Estudié periodismo en Valencia, en la Escuela Universitaria del CEU, adscrita a la Universidad Politécnica, y me he dedicado durante toda mi vida profesional al periodismo y a la educación. El periodismo no siempre es gratificante en cuanto a los sueldos que podemos cobrar, y lo he ido compatibilizando durante mucho tiempo y en los últimos dos años estoy ya centrado en el periodismo en ABC. Antes he escrito en otros muchos medios: La Razón, Ecclesia, Vida Nueva y El Confidencial. En la parte educativa me he dedicado sobre todo a la dirección de colegios y a formar a profesores en distintos centros.
-Empezando por el final, el Papa pide que recen “a favor” de él. ¿Por qué?
-Es una constante que el Papa pida que recen por él desde su primer discurso nada más ser elegido, finalizó pidiendo eso. El discurso tenía varios elementos que luego han ido configurando el pontificado. Creo que lo pide porque entiende que hay una contestación interna, porque de forma un poco sorprendente el Papa tiene mejor imagen en los no creyentes que en los creyentes. Él es consciente de esta realidad y pide que recen a favor porque sabe que, aunque no creo que nadie quiera el mal para el Papa, sí que hay ciertas cosas que no son totalmente entendidas o compartidas por muchos católicos.
Bienvenidos al canal Centroeuropa, les saluda Santiago Mata en este domingo 17 de marzo de 2024, tras una semana en la que se han cumplido, en concreto el miércoles 13 de marzo, 11 años de la elección del papa Francisco. Con este motivo, quiero hacer una reflexión sobre el estado no tanto de salud del Papa, sino sobre lo que yo me atrevería a calificar de estado de soledad o de descuido.
Tomando pie de las palabras que el Papa improvisó en la audiencia de ese mismo miércoles aniversario de su elección, quiero también reflexionar sobre la importancia que el Papa da a la guerra de Ucrania, intentando encontrar el sentido que puedan tener las palabras que anteriormente había dicho aconsejando a las autoridades de ese país mostrar bandera blanca para negociar.
Y, hablando de negociar, quisiera hacer una tercera reflexión sobre cómo ha evolucionado el panorama de la herejía, es decir de las doctrinas no católicas y de la división, o sea el cisma, dentro de la Iglesia en Alemania, y en concreto del hecho de que esos temas que en Alemania se esgrimen por muchos bajo la etiqueta de reforma de la Iglesia, hayan sido excluidos por el Papa del temario de la segunda y última reunión romana del sínodo sobre la sinodalidad en el próximo mes de octubre. Les invito también a reflexionar acerca de si hay un hilo conductor entre estos tres asuntos, pidiéndoles que la cuenten mediante algún comentario a este vídeo.
En primer lugar, haré una aclaración importante, y es que los alemanes a quienes aquí me refiero no son todos los alemanes, ni siquiera todos los alemanes de la Iglesia católica, sino aquellos que han impulsado el llamado Camino Sinodal alemán, más conocido como Der Synodale Weg o Synodalerweg a secas.
Pues bien, la prueba de que estas personas han perdido la fe es que las tres peticiones en que se condensa todo el trabajo del Synodalerweg van contra la esencia de las creencias católicas: la pretensión de ordenar sacerdotisas a mujeres va contra el hecho de que pueda haber verdades de fe objetivas y permanentes, o sea dogmáticas; la pretensión de equiparar las uniones homosexuales al matrimonio va contra la existencia misma de una moral igualmente fija y objetiva; y en tercer lugar la pretensión de que el poder en la Iglesia sea controlado por los laicos va contra la estructura jerárquica del catolicismo, es decir, niega el mismo hecho de que Dios se haya hecho hombre y haya encargado la transmisión de la gracia en su Iglesia a los sucesores de los apóstoles. Sigue leyendo Por qué han perdido la fe los alemanes (y ya no distinguen laicado de Jerarquía)El Camino Sinodal alemán es la consecuencia de un posconcilio en el que no se comprendió la dualidad trascendental entre laicos y Jerarquía
Con la declaración Fiducia supplicans, el Dicasterio vaticano para la Doctrina de la Fe explicó el lunes 18 de diciembre de 2023 que los sacerdotes católicos pueden bendecir a parejas del mismo sexo, así como a cualquier otra pareja distinta e igualmente incompatible con el matrimonio, como por ejemplo las de personas divorciadas.
Repitió la doctrina según la cual la Iglesia no puede bendecir las uniones homosexuales, pero afirmó que siempre se puede bendecir a las personas, evitando cualquier referencia a la gracia santificante, así como cualquier calificación negativa de las uniones y de los fines que se propongan.
Hola, les saluda Santiago Mata, desde el canal Centroeuropa hoy domingo 17 de diciembre de 2023, para comentar la decisión tomada por la Unión Europea el jueves 14 de diciembre de iniciar el proceso de adhesión de Ucrania, Moldavia y Georgia, tres repúblicas que a pesar de independizarse de Rusia tras desaparecer la Unión Soviética a fines de 1991, han vivido más de 30 años sin alcanzar el sueño de la adhesión a la Unión Europea.
La decisión unánime de 26 gobiernos de la Unión Europea con la abstención de Hungría, llega en un momento particularmente delicado para Ucrania, cuyo presidente, Volodimir Zelenski, se topó el martes 12 en Estados Unidos con la negativa del Partido Republicano a permitir que el Congreso norteamericano asignara una ayuda militar a Ucrania de 60.000 millones de dólares, para completar los 50.000 millones asignados el año pasado.
¿Perderá Ucrania a causa de la falta de apoyo norteamericano la guerra a gran escala con que la Rusia de Putin continuó el 24 de febrero de 2022 la agresión emprendida en 2014? El futuro es incierto, pero al menos tres realidades aparecen con claridad:
1º, que Europa pasa por delante de Estados Unidos como principal responsable de apoyar a Ucrania, constatado desde octubre de 2023 (EEUU había aportado 43.900 millones de dólares, Europa -incluyendo no miembros de la UE-, 44.000, según Phillips OBrien en su Weekend Update nº 59 del 16 de diciembre). La Hungría de Viktor Orbán como propagandista de Putin: en palabras de la primera ministra letona, Evika Siliņa, que decía el 14 de diciembre en Bruselas: «No podemos confiar en alguien que pone en peligro el futuro de Europa».
Más allá de las palabras hablan los datos sobre los efectos de las mentiras que el gobierno de Orbán divulga sobre la agresión rusa entre las minorías húngaras de sus países vecinos (Vsquare.org):
2º, que Ucrania tendrá que renunciar durante unos años a recuperar los territorios perdidos: en la opción más pesimista, si la guerra continuara así otros 10 años, Ucrania resultaría severamente cercenada como Estado, y en este sentido se comprenden las críticas de algunos, como Alexey Arestovich, que habla de “la bancarrota de occidente”.
El plan de Estonia puede ser visto como una cierta huída adelante de la primera ministra, Kaja Kallas, que se ve rechazada por el 71% de su población, en buena media por su resistencia frente a Rusia.
Entre los días 10 y 11 de noviembre de 2023 se constituyó en Alemania un Comité Sinodal (Synodaler Rat) que, siguiendo el encargo dado siete meses atrás en la última reunión del Camino Sinodal alemán (Synodaler Weg), asumió el poder sobre la Iglesia católica en ese país. El mismo día 10 el papa Francisco escribió una carta en la que repudió firmemente esa toma del poder frente a la cual solo habían protestado cuatro de los 27 obispos alemanes que forman parte del citado Comité Sinodal.
Por qué el Papa parece castigar a los buenos y proteger a los malos. La semana pasada hemos visto lo que parece ser un ejemplo de esta aparente contradicción: el jueves 9 de noviembre de 2023, el papa Francisco destituyó al obispo norteamericano Joseph Strickland, considerado por muchos un defensor de la fe. En cambio, ninguno de los 19 obispos alemanes que han aceptado que la Iglesia de ese país sea gobernada por laicos, ha sido depuesto.
¿Por qué las Iglesias cristianas no han conseguido lograr la paz en Ucrania? En mi opinión, el fracaso de todas las Iglesias, empezando por las ortodoxas y hasta la católica, para impedir la extensión de la guerra en Ucrania se debe a que no han sabido denunciar a la máxima jerarquía de la Iglesia ortodoxa rusa, el patriarca Cirilo I de Moscú, como instigador de la agresión rusa a Ucrania.
Soy Santiago Mata, les doy la bienvenida al canal Centroeuropa, y antes de explicar en qué baso las anteriores afirmaciones, les comento que este es la primera emisión en directo en la que utilizo la opción de recaudar fondos, que pueden ver en el encabezamiento del chat de esta emisión, para destinarlos, en este caso para la ayuda de Cáritas a Ucrania. Me ha parecido que, dado lo triste y aparentemente negativo del tema que trato hoy, podía ser interesante estrenar esta invitación a ayudar por mediación de Youtube, dejando claro, por tanto, que el canal, en este caso Centroeuropa, no recibe nada de lo que se recaude, que no obstante les agradezco de antemano, ya que siempre será una cantidad simbólica, es decir, significativa, por pequeña que sea.
Volviendo a la atención a Ucrania, mi conclusión es que solo un jerarca eclesiástico relevante, el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, ha actuado correctamente, al garantizar la independencia de la Iglesia ortodoxa en Ucrania, y por lo que hace al papa Francisco, sin duda ha manifestado gran solidaridad con los que más sufren, hablando con frecuencia de la “martirizada Ucrania”, pero quizá en un intento de validarse como mediador y manifestar respeto por la cultura rusa, ha proporcionado, seguramente sin quererlo, munición ideológica al agresor. Para entender en qué consiste esta involuntaria validación del agresor, me parece pertinente conocer a un personaje llamado Cyril Hovorun.
Hovorun es un sacerdote ortodoxo ruso que en el año 2012 dejó su trabajo como secretario personal del patriarca de Moscú, en el que llevaba 10 años, para denunciar no simplemente que Cirilo I estuviera sometido a la política de Putin, cosa que de alguna manera también el papa Francisco ha denunciado al decir que no debería ser un “monaguillo de Putin”, sino algo mucho más grave.
En efecto, para Hovorun el problema no es que la Iglesia ortodoxa rusa esté dominada por el poder político, sino lo contrario, que el patriarca Cirilo I habría insuflado nuevas ideas para fomentar la agresividad del imperialismo ruso, haciéndose de esa forma no solo cómplice sino impulsor de la guerra de Putin contra Ucrania desde antes de su comienzo, al proporcionar a Putin una ideología religiosa que anteriormente estaba ausente en su discurso.
Hovorun ha sido noticia hace poco precisamente porque el patriarca de Moscú lo ha expulsado de su clero. Para conocer sus argumentos acerca de la responsabilidad de Cirilo I en esta guerra puede consultarse la entrevista que publicó con él La Vanguardia el 12 de junio de 2022: en ella afirma que Cirilo I “llenó el vacío ideológico postsoviético”, buscando recuperar el protagonismo público de la Iglesia ortodoxa rusa hasta el punto de “promover una ideología que sirviera de guía” a una sociedad fragmentada.
Según Hovorun, fue en 2012 cuando Cirilo I diseñó esa transformación de lo que otros pensadores llamaban “mundo ruso”, una ideología en la que la tradición rusa era una más de las del mundo civilizado, en un sentido exclusivista, donde ese imaginario “mundo ruso” es el único verdadero y debe imponerse a los demás. En febrero de 2012, a la vista de la radicalización en ese sentido totalitario del entorno de Cirilo I, y al ver que era impermeable a las críticas, Hovorun decidió cortar la colaboración con el patriarca. En la entrevista, concluye, refiriéndose a la invasión de Ucrania comenzada en 2014 y convertida en guerra a gran escala en 2022: “esta guerra es la continuación natural de lo que ocurría hace diez años”.
Según Hovorun, Putin estaba desilusionado con la Unión Soviética y pensaba que no podía revitalizarse, pues carecía de una ideología que lo sustituyera. Por eso aceptó como instrumento de cohesión la mezcla de ideologías que le presentó Cirilo I, cuyo verdadero nombre es Vladímir Gundiáyev, mezclando algunos elementos del imperialismo ruso tradicional, otros del cristianismo ortodoxo y otros del comunismo, pues a fin de cuentas, aunque el patriarca siempre fue antisoviético de pensamiento, colaboró con la URSS pasando datos al KGB en la época en que vivió en Ginebra representando a la ortodoxia rusa en el Consejo Mundial de las Iglesias.
En definitiva, para Hovorun, el impulso para la guerra procede de Cirilo I y no de Putin, a quien califica de “un hombre con una mente muy limitada” a quien Cirilo ha dado ideas grandes que le han permitido creer que tiene “una misión especial de Dios, que considera a Occidente como encarnación del mal”. (Más sobre la relación de Cirilo con Putin en esta otra entrevista de Hovorin en La Vanguardia, 21 de febrero de 2023.)
La guerra, por tanto, no tiene nada o poco que ver con la cultura rusa, menos aún con defender a minorías rusas en Ucrania, y va dirigida directamente a destruir por completo lo que se oponga a la superioridad de la nueva ideología: esa Europa que llamamos occidente y que según esta ideología está corrompida sin remedio. Una lucha del bien global contra un mal global en la que también las armas atómicas valen para eliminarlo: En opinión de Hovorun, los amagos de moderación de Putin en relación a las armas nucleares son un mero “chantaje” y para ver cómo Cirilo I le anima también en eso valga esta reciente noticia del 18 de octubre de 2023 en que el patriarca aparece premiando a uno de los creadores del arsenal nuclear soviético.
Recientemente, Hovorun explicó esta cuestión en una conferencia titulada “Un hijo del padre de las mentiras”, pronunciada el 26 de marzo de 2023 en la Iglesia Universitaria de Santa María Virgen en Oxford, y recientemente publicada. En ella, resume en tres la auténticas razones de la guerra en Ucrania: el revanchismo postsoviético, la idea megalómana de superioridad y la necesidad de preservar los privilegios de la autocracia y la cleptocracia rusas.
Al rebatir algunas de las excusas presentadas como motivos de la guerra, y en concreto la de la rusofobia, Hovorun presenta datos que deberían dar que pensar a quienes aún hoy siguen elogiando la supuesta grandeza pasada del imperio ruso. Así dice, por ejemplo, que “cuando uno pasea por las calles de San Petersburgo y disfruta de la grandeza de su arquitectura imperial, debería recordar que está construida literalmente sobre los huesos de los ucranianos esclavizados que murieron allí bajo terribles condiciones”.
Desgraciadamente, como muestra este gráfico, el resultado de la agresión con la que Putin supuestamente quería combatir la rusofobia es que la actitud positiva respecto a los rusos en Ucrania, que oscilaba entre el 90 y el 80% antes de la agresión, cayó por debajo del 50% con el comienzo de la agresión en 2014, para caer hasta el 2% con el comienzo de la agresión a gran escala.
En la conclusión de su conferencia, Hovorun compara a Putin con Stalin y el primero sale mal parado, ya que Stalin, a pesar de haber estudiado en un seminario, nunca se atrevió a expresar opiniones teológicas, mientras que Putin las ha empleado para convertir a la patria en un dios al que hay que adorar por delante del cristiano e incluso para afirmar que el cristianismo ortodoxo está más cerca del Islam que del catolicismo.
¿Dónde explica Hovorun las posturas de las Iglesias cristianas ante la guerra y por qué no han servido para frenarla? Para saberlo, puede ser interesante consultar este artículo suyo sobre la autocefalia publicado en 2020. En síntesis, como puede comprenderse, condena la actitud del Patriarcado de Moscú, liderado por Cirilo I. Por lo que hace a la Iglesia Ortodoxa Ucrania, dirigida por el metropolita Onofrio y sometida al patriarcado de Moscú, Hovorun le acusa de mantener silencio y no denunciar la agresión, disimulándola como si fuera una mera “lucha fratricida”, aunque reconoce que, una vez estallada la guerra a gran escala, el metropolita Onofrio sí ha sabido condenar la agresión y animar a los que luchan a las órdenes del gobierno ucraniano.
Como lógica consecuencia de la agresión rusa, Hovorun aplaude la decisión tomada en 2019 por el patriarca Bartolomé I de Constantinopla de reconocer la independencia que la Iglesia ortodoxa de Ucrania había proclamado en 1992, separándola de toda obediencia al patriarcado de Moscú. Este proceso, que se denomina autocefalia en el contexto de las Iglesias que sin estar sometidas a la obediencia del Papa de Roma sí reconocen una primacía de honor al patriarca de Constantinopla, no ha sido en general aceptada de momento en el mundo ortodoxo.
Además, si para alguien acostumbrado a la independencia entre Iglesia y Estado resulta chocante que fuera el presidente de Ucrania, y no los fieles de la Iglesia, quien pidiera el reconocimiento de la autocefalia de la hoy llamada Iglesia Ortodoxa de Ucrania (del Patriarcado de Kiev, cuya cabeza es el metropolita Epifanio), aún más difícil de entender es la prohibición por parte del Parlamento Ucraniano, el 19 de octubre de 2023, de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana sometida al Patriarcado de Moscú, a la que se acusa poco menos que de espionaje. Obviamente, si se llega a cerrar las iglesias que no se hayan puesto bajo la obediencia de la nueva Iglesia ortodoxa de Ucrania, del patriarcado de Kiev, el resultado será la negación del acceso a los sacramentos a muchas personas.
En cuanto a la postura de la Iglesia, católica, Horovun recuerda que el papa Francisco nunca ha condenado a Rusia, a Putin ni al patriarca de Moscú por la agresión a Ucrania. En ocasiones se ha referido al fratricidio para condenar la guerra, lo cual en opinión de Hovorun significa aceptar la retórica de la propaganda rusa o cuando menos cierta ambivalencia, ya que la responsabilidad parece repartirse entre ambas partes.
El 12 de febrero de 2016, por tanto dos años después de comenzar la agresión a Ucrania, el Papa se reunió en Cuba con Cirilo I y firmaron una declaración conjunta en la que se invocaba a las partes en conflicto a mantener un diálogo. En este caso, al menos, según dice Hovorun haber sabido por quienes prepararon el documento, el Vaticano hizo eliminar el calificativo de “civil” que la parte rusa pretendió que se diera a esta guerra, para intentar diluir así su responsabilidad como agresor. En todo caso, la declaración habría caído de lleno en el elogio a la nueva ideología diseñada por Cirilo I, no solo por no identificar a Rusia como una de las partes en conflicto en Ucrania, sino por referirse en términos elogiosos a lo que llama “renovación sin precedentes de la fe cristiana” en Rusia, mientras que por el contrario Ucrania, donde sí hay libertad y renovación religiosa y además una notable presencia católica (principalmente greco-católicos, o de rito bizantino), era pintada en el documento como un país sumido en una grave crisis económica y humanitaria.
En definitiva, aunque Hovorun reconoce el papel humanitario jugado por la Iglesia católica, afirma que la única Iglesia que ha actuado “adecuadamente” ante la cuestión ucraniana es el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. Por mi parte, añadiría que también lo ha hecho el primado de la Iglesia greco-católica ucraniana, Svjatoslav Shevchuk, cuyo título es arzobispo mayor de Kiev, de Galicia y de toda Rutenia. Este, en efecto, ha condenado al agresor ruso, y a Putin, en innumerables ocasiones. También ha criticado al patriarca de Moscú por su defensa de la guerra como una supuesta defensa de la Ortodoxia.
Con todo, ni siquiera Shevchuk ha sabido ver la primacía del Cirilo I en la construcción de la ideología que ha llevado a la guerra, ya que ve a la ortodoxia rusa como “atrapada en la doctrina del Estado de Putin”.
Como hemos visto, al menos según Hovorun, todavía no hay ninguna Iglesia cristiana que se haya atrevido a decir la verdad, reconociendo que la responsabilidad en esta guerra corresponde, en cuanto instigador, al patriarca Cirilo I de Moscú. Y sin decir la verdad, parece difícil que se pueda hacer una verdadera aportación a la paz. (En la imagen, palabras del papa Francisco el 29 de agosto de 2023 elogiando a la “Gran Rusia”.)
Hablando de aportaciones, les recuerdo que en el chat de esta emisión tienen la posibilidad de contribuir a la ayuda de Cáritas a Ucrania, les recuerdo que pueden suscribirse al canal Centroeuropa, incluso darle a me gusta a este vídeo o si quieren colaborar económicamente con el canal clicar en el botón de “unirme”. Sin otro particular, les saluda afectuosamente, Santiago Mata.
En este primer vídeo después de comenzado el Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad, quiero referirme a las preguntas enviadas por cinco cardenales al Papa y cuya respuesta se publicó el 2 de octubre. El Papa reafirmó la doctrina católica tradicional en los cinco puntos consultados, que eran: 1) la inmutabilidad de la revelación divina, 2) que no se pueden celebrar ceremonias semejantes a bodas para las parejas gays, 3) que la sinodalidad consiste en escuchar y no en ceder el poder; 4) que no se puede ordenar sacerdotisas a las mujeres y 5) que no se puede absolver en confesión a una persona que no se arrepienta de sus pecados.
¿Cuáles fueron las causas de la persecución religiosa en Japón? ¿Por qué no desaparecieron los cristianos? ¿Y por qué no ha alcanzado el cristianismo relevancia en ese país?
Santiago Mata resuelve estos enigmas en Mártires de Japón, que se presenta en Sevilla el viernes 27 de octubre de 2023, a las 18.00, en la Escuela de Estudios Hispano-Americanos (Calle Alfonso XII, 16). Intervendrán en la presentación el Dr. Carlos Martínez Shaw, de la Real Academia de la Historia, el Dr. José María García Redondo, del Instituto de Historia del CSIC, y el autor, Dr. Santiago Mata.
Para entrevistar al autor pueden escribir a santiago.mata@live.com
Hola, les saluda Santiago Mata, para comentar brevemente la respuesta que hoy, 2 de octubre de 2023, ha dado el papa Francisco (ver en este link) a los temas más espinosos que ha de tratar el próximo Sínodo de los Obispos, confirmando que no se puede ordenar sacerdotisas a mujeres, que no se puede casar a parejas homosexuales y que para dar la absolución de los pecados, el sujeto que se confiesa debe mostrar sincero arrepentimiento por sus pecados.
Aunque seguramente podrán encontrar pronto en otros lugares sesudos análisis teológicos, hago este vídeo sobre todo para completar lo dicho en el vídeo en que comenté la posibilidad de que el Papa fuera hereje (ver en este link) por el hecho de apoyar doctrinas morales probabilísticas, es decir, demasiado tolerantes. Pues bien, a mi entender, con estas respuestas que hoy ha publicado el Papa, queda más claro si cabe que no tiene sentido arrojar sobre Francisco esa acusación, ya que con esta declaración marca distancias respeto a esa moral que da un valor determinante en el juicio moral a las circunstancias de los actos humanos, hasta el punto, me atrevería a decir, de que supone una auténtica rectificación de algunos aspectos dudosos de la exhortación apostólica Amoris laetitia de 2016. Sigue leyendo Papa al Sínodo: ni ordenar mujeres, ni casar homosexualesEn respuesta a cinco cardenales, el papa Francisco repite que no es posible ordenar sacerdotisas a mujeres ni casar a parejas de homosexuales
Un amigo y espectador me plantea el reto de explicar la crisis del Opus Dei “sin rollos jurídicos”. Soy Santiago Mata y les doy la bienvenida en el canal Centroeuropa a este intento de contar lo que está pasando con el Opus Dei, sin utilizar ni una sola vez palabras como Prelatura o Código de Derecho Canónico.
Dado que vemos en la Iglesia un cierto enfrentamiento entre dos partes -una considerada progresista y otra conservadora-, toca hoy preguntarnos si pueden ser herejes también los que se presentan como defensores de la fe frente a las novedades, y a los que en términos generales se suele llamar tradicionalistas. Soy Santiago Mata y les doy la bienvenida al canal Centroeuropa.
Aunque habrá que matizar qué entendemos por tradicionalismo, parece claro que si se puede exagerar por el lado del permisivismo moral, también por el extremo del rigorismo moral se puede caer en exageraciones. ¿Pero podemos llamar herejías a estas exageraciones? Sí, porque atacan una parte esencial de la doctrina cristiana, que es el amor al prójimo, ya que tratan de imponer la verdad, pero a costa de maltratar a las personas, de no respetar su libertad, de no tratarlas, en definitiva, con caridad.
¿Es posible que el Papa tolere o incluso defienda herejías, y que algunos piensen que por ese motivo dejaría de ser el Papa legítimo? Incluso aceptando su liderazgo, ¿deben tomar los católicos precauciones frente a algunas afirmaciones del papa Francisco, si se prueba que son, al menos, opciones probablemente falsas? Soy Santiago Mata, les doy la bienvenida al canal Centroeuropa y en este vídeo les mostraré, primero que es falso que el Papa esté proclamando herejías, segundo que, aunque las proclamara, eso no afectaría a su legitimidad y tercero que, sí, es cierto que el Papa defiende teorías morales altamente arriesgadas, frente a las cuales todos deberíamos tomar precauciones.
¿Son ustedes de los que piensan que la Iglesia católica podría dividirse a causa de un cisma por las discusiones en torno al próximo Sínodo de los Obispos, que se celebrará en Roma del 4 al 29 de octubre? Soy Santiago Mata, les doy la bienvenida al canal Centroeuropa, y en este vídeo les mostraré que no, que no es nada probable que suceda un cisma, al menos no un cisma al estilo clásico como el de los protestantes; y la razón es que el papa Francisco lo ha organizado todo precisamente para que algo así no pueda ocurrir, mientras él viva y mientras se mantenga el estilo de gobierno papal que él ha inaugurado.
Me enfrento al triple reto de explicarles qué ha pasado con el Opus Dei, por qué se ha hecho eso y qué efecto puede tener en el futuro. Soy Santiago Mata, hoy es domingo 27 de agosto de 2023, y desde el canal Centroeuropa me permito traerles virtualmente hasta este lugar de Roma, llamado Torre Argentina, donde los arqueólogos han encontrado, al final de ese foso que ven a mi izquierda, el lugar exacto donde fue asesinado Julio César, primer emperador romano. Y es que aquí puede que nos encontremos también ante un caso de engaño o traición, aunque no vuelen los puñales.
La Iglesia del futuro será una Iglesia en la que no manden los curas. Una Iglesia mucho más parecida a la de los primeros cristianos, donde los protagonistas eran los laicos. Pero eso será solo si la propia Iglesia comprende bien el objetivo al que quiere llegar y los medios para lograrlo. Uno de estos medios, desde que nació hace casi un siglo, es el Opus Dei, al que recientemente el Papa ha impuesto determinados cambios. El alcance de esos cambios y si favorecerán o retrasarán el camino hacia esa Iglesia en la que los curas no manden, es algo que espero poderles explicar ahora.