Me envía mi buen amigo, el escritor Luis Español, un extracto del programa anticlerical del partido Podemos para las elecciones del 26 de junio (San Pelayo mártir y otros santos de esa festividad nos amparen), con el comentario que no imprime pero yo transcribo de que le parece un programa de liquidación. Me sugiere que advierta sobre él adelantándome a las alertas que sobre el tema saque en breve el Yunque (Hazte Oír y demás corifeos), y que sin duda será para ellos un nuevo aliento vital semejante, si no más, al que supuso el ínclito Zapatero (ínclito porque, como tantas veces sucede, algo peor hace bueno al que hasta ahora nos parecía encarnación de todos los males).
Vaya pues primero el resumen de los cinco campos en los que agudamente observa Español que Podemos pretende atacar a la Iglesia católica:
-El diplomático, suprimiendo el Concordato.
-El tributario y financiero, arruinándola con el IBI e impidiendo su financiación a través de la parte voluntaria del IRPF.
-El penal, impidiendo la defensa legal del derecho a que no se haga escarnio de nuestras creencias, despenalizando actos que nosotros llamaríamos blasfemia.
-El educativo, impidiendo a los centros que se difunda la fe.
-El social, impidiendo la manifestación pública de nuestra fe.
Mi aportación en este campo es la de un modesto conocedor del Holocausto sufrido por la Iglesia durante la Revolución Española (1934-1939), y el recuerdo de que la persecución, no siendo buena ni deseable, ha de ser amada y bienvenida si llega, y aprovechada para purificar nuestros pecados y rezar por los perseguidores. Sobre eso escribo a diario en el blog El mártir de cada día y a él me remito para quien quiera saber más.
Por supuesto, la persecución da buenos frutos en quienes son buenos, y malos en quienes no lo son tantos, muchos católicos que por delante de su fe ponen otros intereses, digamos discretamente que se distanciarán aún más de su ya poco practicada fe en estas circunstancias, bien por caer en el miedo y el descuido de sus deberes ciudadanos y religiosos -la cobardía de la mayoría-, bien por caer en el resentimiento, el odio y la respuesta violenta desproporcionada, es decir, más allá de la legítima defensa: estos son la minoría ruidosa, que se erigirá en presunto defensor de la Iglesia, cuando cada vez se situará más en sus antípodas. Para entendernos, el Yunque y quienes lo apoyan.
Y sin más que desearles que no caigan en los citados extremos, es decir, que tengan la valentía de defender su fe en las urnas y en toda circunstancia, y que moderen su agresividad y no apoyen al Yunque, les transcribo el comentario más extenso de Luis Español (en cursiva las palabras del analista) al programa de Podemos. Por mi parte solo comento por su relación con el Holocausto (el nazi, el de la Revolución Española era más descarado, no tenían pelos en la lengua y llamaban a las cosas por su nombre) el detalle de sustituir a la Iglesia por unas siglas (ICAR), materialización de ese requisito imprescindible para despojar de sus derechos al infrahombre al que se quiere exterminar, y es darle una denominación que lo separe del resto (de los que no han de morir), para que la segregación no resulte dolorosa y resulte más sencillo admitir que aquellos que no son personas, sino siglas, carezcan de derechos humanos:
Varios de esos artículos son una violación descarada de los principios que informan la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Copio directamente del programa:
LIBERTAD RELIGIOSA Y DE CONCIENCIA
Anulación del Concordato (293).
Anularemos el Concordato de 1953 y los cinco acuerdos concordatarios que firmó el Estado español con la Santa Sede en 1976 y 1979, así como los signados con otras confesiones religiosas. Y promoveremos o llevaremos a cabo otras medidas como:
• Apuesta por la educación laica, pública y de calidad. Supresión de la asignatura de religión del currículo, horario escolar y centro educativo.
• Eliminación de las capellanías y los servicios religiosos en las instituciones públicas (hospitales, universidades, prisiones, embajadas, etcétera).
• Inventario y recuperación de los bienes inmatriculados por la Iglesia Católica Apostólica Romana (ICAR) al amparo del ya extinto artículo 206 de la Ley Hipotecaria y del 304 de su reglamento, por el que se otorgaba a los obispos la categoría de fedatarios públicos.
• Derogación de los artículos del Código Penal que tipifican como delito la supuesta ofensa a los sentimientos religiosos.
• Supresión de los privilegios fiscales, como el impago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) o la financiación estatal (ya sea a través de la casilla del IRPF o de las exenciones fiscales) para la Iglesia católica y otras confesiones religiosas.
• Supresión de las celebraciones y de la simbología religiosa en los actos oficiales, de honores u homenajes a imágenes o advocaciones, así como de la presencia pública de autoridades en actos confesionales.
Por si no quitaran ya bastantes derechos, el programa precisa (294):
Sustituiremos la actual Ley de Libertad Religiosa, de 5 de julio de 1980, por una Ley de Libertad de Conciencia, que garantice la laicidad del Estado y su neutralidad frente a todas las confesiones religiosas.
Al tratar por igual a todas las confesiones se termina con el trato especial recibido por la Iglesia Católica en atención a la historia y a la reclamación histórica basada en los infinitos agravios recibidos por la Iglesia en su patrimonio -expropiaciones y desamortizaciones.
Obviamente, al margen de su virtualidad, este programa favorecerá las plataformas que hacen su caldo gordo con la «defensa» de la Iglesia ante el silencio de ésta, como las que controla el Yunque.
Se puede consultar el documento original en este enlace:
http://lasonrisadeunpais.es/wp-content/uploads/2016/06/Podemos-Programa-Electoral-Elecciones-Generales-26J.pdf
No pongo el hipervínculo a la página del programa de Podemos porque no quisiera generarles ni un bit de tráfico a su web, pero puesto que Español lo cita, quien quiera que vaya, y si luego algún robot maléfico anota su IP y un día aparecen los agentes de Iglesias (de Pablo, no de la ICAR) en su casa y nunca más se sabe de él, a mí que no me cuente.
Si los católicos nos unimos y confiamos en Dios y somos responsables y coherentes con nuestra fe .;;;Nada podrá con la fuerza del Espíritu.Confiemos y actuemos seamos fuertes ;;;.Nada ni nadie nos tiene que apagar nuestra fe en Dios.