He tratado de responder en cuatro vídeos a lo que me parecen argumentos o al menos causas de que se hable del Papa Francisco como hereje, anticristo o destructor de la Iglesia:
- El escándalo
Quien critica al Papa Francisco como hereje, anticristo o destructor de la Iglesia, no puede esgrimir frases heréticas del Papa sino supuestamente que no impide que haya quienes interpreten sus palabras en sentido contrario al de la doctrina católica. Estas críticas pueden provocar la sensación de que tienen razón quienes acusan de herejía al Papa y así crear mayor escándalo del que puedan crear los auténticos herejes que supuestamente se apropian las palabras del Papa como si les diera la razón. Es enorme la gravedad del pecado de quienes, bajo capa de pedir que se aclare la doctrina auténtica, atacan al Papa desde páginas que se dicen católicas.
2. ¿Por qué no corrige?
El Papa Francisco es muy criticado porque deja que sus palabras sean utilizadas en sentido distinto al que él les da, o simplemente porque se acerca a personas separadas de la Iglesia, pero con eso no hace más que lo que hizo san Pablo en Atenas al elogiar una religiosidad que igualmente podría haber criticado por no ser católica, y procurar combatir la ignorancia más bien que la herejía, ya que lo que podría verse como herejía no es un alejamiento de la Iglesia católica si no ha existido previamente cercanía: se trata de estar cerca de la gente y explicarles lo más elemental, aunque queden cuestiones discutibles por tratar.
3. Abandona a sus ovejas
Para algunos, el acercamiento del Papa Francisco a la gente alejada de la Iglesia equivale a descuidar sus deberes de pastor… Pero Cristo dijo que el buen pastor deja a las 99 ovejas que ya están en el rebaño para buscar a la descarriada, y a Francisco le urge ir a la búsqueda de esas ovejas. También dijo Cristo que no necesitan al médico los sanos, sino los enfermos.
4. Tolera la división
Respecto a las personas alejadas del catolicismo ya expliqué (2. por qué no corrige) que Francisco tiene interés en luchar contra la ignorancia más que contra una posible herejía inconsciente; tratándose de personas dentro de la Iglesia, por la misma razón tolera que haya diversidad y hasta errores para no forzar que salgan de la Iglesia aquellos que aún pueden ser recuperados porque conservan lo esencial de la fe. Lo mismo que la cita referida al trigo y la cizaña pude citar a este respecto (pero no lo hice, son cosas del directo) al jardinero que pide tiempo para seguir abonando y cuidando la higuera estéril un año más para ver si consigue que dé fruto. Esta actitud pastoral es correcta y no cabe interpretarla como desprecio a la recta doctrina y menos aún herejía, como tantos hacen con el Papa Francisco.
A todos nos gustaría que no hubiera divisiones en la Iglesia, pero las hay, y hay que aceptar a la gente que quiere seguir dentro de la Iglesia, aunque su doctrina sea errónea, mientras no pretendan destruir a la Iglesia: no son lo mismo que los cátaros, Lutero, Calvino, y herejes clásicos que consideraban a la Iglesia fiel a Roma como una ramera a la que había que eliminar. A quien no se separa no es necesario separarlo, a no ser que el Papa considere otra cosa. Esto lo aprendí del beato Óscar Romero.