A pesar del despiste a que puede inducir el título, el lema de este blog no es «Limpia, fija y da esplendor», sino «limpia por dentro», y se refiere al alma.
Limpia, fija y da esplendor es, como sabrán, el lema de la Real Academia Española, y obviamente se refiere a pulir el lenguaje o, a la vista del calderillo que lleva en el escudo, y que en realidad es un crisol, más que a pulir deberíamos decir que se refiere a acrisolar las palabras, a someterlas a la prueba de fuego para ver su validez.
Después de todo, y tratándose de hablar de El Yunque en España, podría ser que tuviera yo la pretensión de someter a esa sociedad secreta a algún tipo de prueba para desenmascararla.
Pero no es así, como digo, el lema está tomado del consejo de Jesucristo que nos ha transmitido San Mateo en el capítulo 23 de su Evangelio, versículo 26, incluido en esta cita de los versículos 23-27 (el ustedes se debe a que tomo el texto de la web vaticana, donde está la Biblia en argentino):
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley; la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno! ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre!
Así que no, aquí no se trata de perseguir ni quemar a nadie, aunque yo voy estando un poquito quemado de ese recurso fácil de los yunqueros a señalar como perseguidores a todos cuantos quieren advertir frente a ellos; cierto, cada uno debe estar ante todo prevenido sobre los males que se derivan de su propio descuido de las virtudes que debiera cultivar, todos llevamos dentro un pequeño fariseo al que le gustaría limpiar la copa solo por dentro.
Dicho esto, es cierto que los yunqueros se quedan del catolicismo con lo puramente externo, y son sepulcros blanqueados sellados por un juramento que es inválido para un catolico. Además de a mí mismo y a quien quiera leerlo, aplico este lema al Yunque porque quiero creer que sus miembros siguen siendo personas capaces de reaccionar, como lo eran los fariseos a quienes se refirió Jesús.
Solo guardando esa permanente atención a limpiar la copa por dentro, servirá de algo que advirtamos ese peligro exterior que para nuestra desgracia es contar con una sociedad secreta que divide a los católicos. Con esta pequeña reflexión, nunca mejor dicho porque no estoy comentando un suceso sino la propia razón de ser del blog, les deseo feliz domingo.
Santiago Mata