La Revolución de 1936-37 en Santander (2 parte) Continúa el relato anterior a partir del folio 50 del informe del fiscal de la Causa General, en el legajo 1582, expediente 1.


(Folios 1 al 49)
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ciones, comenzaron por recorrer la cubierta, levantando, por su orden, los tablones o cuarteles que tapan las bodegas en las que, enterrados en vida, padecían aquellos centenares de presos, y en la más alevosa y vil cacería arrojaron bombas de mano e hicieron disparos con pistolas ametralladoras sobre aquellos que, empavorecidos, corrían a los ángulos más ocultos del fondo de las bodegas, intentando cubrirse con los colchones; en todas ellas hicieron muertos y heridos y, pasado un rato, ordenaron subir a éstos a cubierta, donde los remataron a tiros y golpes de barra (Neila ha sido visto, pistola en mano, dedicado a esta labor); más tarde descendieron al fondo de cada bodega grupos de asesinos que ordenaron a formar a los presos, les interrogaron por sus profesiones y, acto seguido, les obligaron a subir, uno a uno, por la larga escala, a todos los militares y sacerdotes, y, a continuación, a la vista del cuaderno-registro de presos, han ido llamando a los que, de antemano, figuraban señalados con lápiz rojo como elegidos, a los falangistas, a algunos requetés, a los ex-alcalde y ex-concejal de la CEDA de Santander Srs. Villegas y Bustamante; a medida que van poniendo pie sobre cubierta les asesinan de un tiro en la nuca; tan espantoso debía de resultar el espectáculo de aquellos cadáveres amontonados, que, hasta los perversos vigilantes del barco-prisión, algunos de los cuales tuvieron parte activa en la carnicería, enfermaron de la “estomagada”. Así murieron aquel día 156 presos del barco. ¡La flor de la juventud santanderina! Los militares y clérigos de superior espíritu, que, previamente seleccionados, fueron recluidos en aquella “capilla” flotante. Los más idealistas y valientes camisas viejas de la Falange. Allí cayeron

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los tres hermanos requetés Cossio Escalante, diciendo, el uno: “Muero, pero España se salva”, y gritando (30 (39)), los tres, “¡Viva Cristo Rey!”, frase que al último no le permitió acabar el tiro mortal. (¡Qué impresionante declaración la de aquella madre, transida del más sereno y hondo dolor!). (347v) En los primeros días de revolución vio cómo dos de aquellos hijos anduvieron ocho días por los montes de Cabezón, acosados como fieras por cientos de escopeteros rojos y por perros de caza; su casa y hacienda fueron destrozadas. Los tres hermanos falangistas Zorrilla Cano, fueron inmolados en la bodega núm. 3. El joven requeté Solinís, fue llamado al sacrificio y, como al subir la escala, desde el fondo, su hermano le gritase: “Muere como cristiano”, reclamaron a éste, y por abrazarse en despedida otro tercer hermano, también éste fue elegido. Allí han muerto, juntos, los dos falangistas hermanos Burgues, el falangista Adrián Martín, el cual antes de ser sacado para morir, dio un fuerte puñetazo a uno de los asesinos y se lanzó al mar, en donde le cazaron a tiros; también saltó al agua y allí tuvo igual muerte, el falangista Penagos. (40, 151, 30 (39))
Llegada que fue la noche ordenaron que 22 presos supervivientes fueran al cementerio a abrir la enorme fosa en que habían de ser enterrados sus compañeros caídos (118-119); terminaron su macabra tarea y, antes de tapar aquella, observan que sus vigilantes se apartan de ellos y hablan entre sí, pues alguien quiere que se los asesine también para que no queden testigos, y oyen que la F.A.I. se opone y lleva órdenes terminantes de disparar sobre Neila, si este pretendiese efectuar otra matanza.
2 La noche del 3 de diciembre de 1936, Vicente Escribano, lugarteniente de Neila, varios de sus po- (4 (66) 15 a 17 (66))
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licías, el capitán rojo Hidalgo, el sargento Pulido y el miliciano José Gutiérrez Pardo, fueron a Vega de Pas, donde vivía el párroco D. Bonifacio Angulo que, al ver invadida su morada a medianoche (lámina 25) atemorizado, saltó por la ventana al tejado contiguo y, por la huerta, salió huyendo perseguido por aquellos que le dieron muerte a tiros y machetazos en el abdomen; los asesinos se llevaron en automóvil a su prima Josefa Angulo (5 (60)), de 50 años, y a sus sobrinas, de 15 y 17, Gloria Angulo y María Cantera, a la casa quemada, caserón semiderruido (lámina ) en el despoblado del alto de Puerto Seguro; metieron a las jóvenes entre aquellas ruinas y las violaron, ellos y los milicianos que, desde los parapetos próximos, acudieron. A las tres mujeres dieron muerte seguidamente y, así exterminados los habitantes de la casa del párroco, volvieron a ella a los pocos días y robaron cuanto contenía.
3 En la tarde del 2 de septiembre 1936, se presentaron en el pueblo de Guarnizo, en casa de la Sra. Viuda de Santíes, que vivía con sus cuatro hijos (falangistas, de 17 a veintitantos años) (15 (52) 101, 18 (52)) para detener a éstos, varios individuos de la policía de Neila; como aquellos se resistieron a permitirles la entrada en su domicilio, se cruzaron varios disparos, resultando herido uno de los asaltantes; a la hora y media se presentó allí una caravana de 20 automóviles llenos de policías y milicianos armados, provistos de bombas de mano y dinamita, cercando la casa y dieron muerte a aquellos muchachos y se llevaron detenidas a la madre y hermanas de éstos, que permanecieron presas durante todo el dominio rojo.
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4 Valentina Lucio, joven de Luena, tenía cuatro hermanos falangistas y el novio Guardia Civil, que se pasaron al campo Nacional (138, 270, 2 (58), 8 a 10 (58)); el 19 de marzo de 1937, se presentó en aquel pueblo el comisario de Guerra de Ontaneda Sabiniano Argüeso Salceda, que se la llevó junto con otra joven, novia también de un Guardia Civil; las ha metido separadamente, en su despacho; la última dice que intentó abusar de ella por la fuerza; Valentina no ha podido declarar; solo se sabe que, llorosa, salió de la presencia de aquel cabecilla para ser conducida al chalet del ex-presidiario y teniente rojo Antonio García (a) “El Vasco”; desde entonces se pierde su rastro. Su padre fue encarcelado; su casa destruida por el fuego (lámina 26) y sus 22 reses vacunas robadas; aquellos malvados, para ocultar su crimen, cogieron el mismo día a su madre y a su cuñada y las pasaron a territorio Nacional; en el pueblo causó extrañeza esta inusitada bondad de los rojos, que hicieron creer que con ellas marchó Valentina y hasta la liberación de Santander no se descubrió la superchería. No puede describirse la tortura que padece aquella madre; su dolor sin lágrimas raya en la locura y casi le impide coordinar las ideas. El socialista Sabiniano Argüeso Salceda era jefe supremo en lo relativo a orden público en aquel sector, muy extenso, de la provincia; allí se cometieron numerosos asesinatos; está preso en Santander; por su suerte se interesan conocidas personas de esta ciudad, las cuales, durante la dominación marxista, pasaron a territorio nacional por el sector de Ontaneda y no explican satisfactoriamente la razón de sus piadosos sentimientos.
5 A otra joven de 25 años, vecina de Susilla (Valderredible), se le había pasado al campo Nac- (2 (50), 5 y 6 (50))
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cional su hermano, en los comienzos de la Guerra; muy posteriormente, el mismo teniente nombrado en el párrafo anterior, Antonio García (a) “El Vasco”, que había cambiado de batallón, la pretendió sin éxito; el comisario del sector y comandante militar de Villanueva de la Nía, intentó, con el mismo resultado negativo, llevársela a su Comandancia para aumentar el número de sus cocineras concubinas; el 11 de julio de 1937 los comisarios políticos del Batallón en que servía “El Vasco” y de otras unidades de zapadores, la detuvieron con toda la familia y estuvieron varios días prisioneros en la Comandancia del Secundino Ruiz, hasta que repitiendo la maniobra del caso anterior, pasan al campo Nacional a la mayor parte de la familia, la que al regresar a esta zona tras la liberación, descubre que Evangelina y su padre han desaparecido; posteriormente se encuentran y exhuman sus cadáveres: el de la joven presenta las manos fuertemente atadas, y en opinión de los que presenciaron su extracción y vieron lo violento de su postura, debió de ser enterrada viva.
6 El Capitán Justo Sanjurjo, hijo del Glorioso General, fue detenido el 21 de julio de 1936, en el Balneario de Corconte (3 (44) 4v a 8 (44)); cuando la policía roja de Reinosa montada en el auto del propio Sanjurjo, que éste guiaba, le obligaba, al mismo tiempo que le encañonaba con sus pistolas, a ir hacia, Reinosa, al pasar junto a un barranco dio un brusco viraje haciendo volcar el coche, con tan poca fortuna, que solo él resultó herido; fue conducido al hospital de aquella ciudad y allí le tuvieron en rigurosa incomunicación hasta que en la mañana del 6 de agosto siguiente el FP de Reinosa hizo correr la voz de su fallecimiento por angina de pecho. El Teniente de Asalto Sr. Jambrina, que for-
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zosamente actuaba de Comandante Militar de Reinosa hasta que semanas después se pasó al campo Nacional, hizo que se exhumara el cadáver y se vio que tenía tres heridas de arma de fuego a quemarropa; en las primeras horas de aquella madrugada del 6 de agosto las monjas del hospital habían oído tres disparos en la habitación que ocupaba el Capitán Sanjurjo.
7 En la mañana del 21 de julio de 1936 el FP de Reinosa, mediante un engaño (2 (44) 6 y 7v (44) 9v (44)), atrajo a la Casa Consistorial a 18 Guardias Civiles y su Teniente; éste quedó en el despacho del Alcalde y aquellos fueron conducidos a una sala del piso alto; a una señal convenida el populacho marxista allí situado estratégicamente, hizo fuego sobre ellos, matando a 17 y al Teniente; la chusma se ensañó con los cadáveres y hubo mujer que salió diciendo “que se había hartado de bailar sobre ellos”. Un guardia consiguió huir hacia las afueras, donde acechaban, apostados en un bosquecillo, varios rojos con armas; un vecino vio cómo le mataban y su cadáver sufrió ultrajes.
8 El Comandante Pedro Rioyo (socialista obrero cerámico), jefe del sector de Mataporquera (1 (42) 5 a 7 (42)), ante la ofensiva Nacional se instaló más a retaguardia, en Naveda (Campoó de Suso); en la escuela de este pueblo (lámina 16 y 17) tenía siete detenidos en agosto de 1937; horas antes de llegar las fuerzas de Franco, unos milicianos del Rioyo dispararon desde la calleja contigua por la ventana de la planta baja, matando a tres prisioneros, que se encontraban en aquella habitación; acto seguido subieron al piso alto y, desde el pasillo, dispararon a través de una puerta cerrada perteneciente a un pequeño cuarto, matando a la esposa del Juez Municipal,
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al médico, a su esposa y a su sirvienta, que en él se encontraban encerrados; los siete cadáveres fueron enseguida llevados a la huerta de la casa del Rioyo el que, desde la ventana, presenciaba la escena, y en pozo perteneciente a esta casa fueron arrojados y sobre ellos se vertieron abundantes bolsas de cemento.
9 Huyendo de la persecución, algunos jóvenes de derechas se ocultaron en los montes, donde se organizaban batidas por grupos nutridísimos de rojos armados que, en verdadero acoso, no cesaban hasta darles muerte. (13 y 14 (31) 27 (31)) Así fueron cazados, por unos 40 hombres, los vecinos de los Corrales, Manuel García y García del Rivero (requeté), y los hermanos Salas Tezanos (de Acción Popular), cuando llevaban tres semanas ocultos en el monte de Tejas. (4v (99) 13 (99)) Los falangistas de Castro-Urdiales Carlos Barés Tonda, Moisés Gutiérrez Giménez y Rafael González Sámano, fueron muertos de igual forma en la batida que contra ellos dieron las bandas armadas de tres pueblos. En el monte de Solórzano, donde se hallaba escondido, fue igualmente asesinado, en aparatosa batida, el requeté Julio Casuso de la Sota. (6 (75))
10 Por la noche del primero de enero de 1937, un miliciano rojo y otro individuo armado se presentaron en la casa que habitaba en Santander la Sra. Viuda de Romero (6, 281v, 579), en busca de su yerno, cuyo nombre se había publicado en la lista de “facciosos” que el semanario de las juventudes socialistas “Nueva Ruta” acostumbraba a insertar; como no le encontraran, dispararon sobre su esposa Dña. Ángeles Romero Reizábal, a la que dejaron gravemente herida creyéndola muerta, y sobre su cuñada
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Dña. María del Pilar de iguales apellidos, matándola; en el acto asesinaron a golpes a la religiosa Oblata Sor Valentina, que en aquella casa se había ocultado, y que debió sufrir terrible muerte.
En el otoño de 1936 organizaron los rojos una compañía de zapadores, denominada “Sección F”, que tenía carácter disciplinario; a ella enviaron un centenar de jóvenes, en su mayoría soldados de cuota y significados por su derechismo, a los que no permitían usar armas; de su mando encargaron al ex-presidiario Benito Gonzálvez (que había sido penado a 30 años por asesinato), hombre duro y cruel; tan solo usan allí armas los mandos; unas docenas de aquellos forzados acuerdan deshacerse de ellos cuando se hallen en su trabajo entre las dos líneas de fuego; a una señal convenida cada tres comprometidos se avalanzarán sobre uno de los que tienen armas y acto seguido pasará toda la compañía a las filas nacionales; (25-35-155-158-167-183-184-233-508-586 a 588v-597-598-604-605-607-672-7 (62)) mas la Nochevieja ha recibido el capitán Gonzálvez una delación del complot y nueve de los comprometidos son apaleados bárbaramente en la Comandancia Militar y en la iglesia de Villanueva de la Nía (lámina 18) y después fusilados. Es evidente que hubo una traición y la duda consiste en si ella partió de José Entrecanales, de José María Illera o de ambos; los dos eran forzosos en aquella unidad; el primero es un joven de deficiente contextura moral y psíquica; Illera pertenece a una de las familias de más relieve en Santander lo que no es obstáculo para que estuviese de secretario del capitán Gonzálvez. Horas después de descubierto el plan y detenidas ya dos de las víctimas, Entrecanales ha ido con el capitán a sacar de la formación a otros dos comprometidos; pero Entrecanales alega que lo hizo por orden de Illera. Lo cierto es que a los dos días le fue concedida a Entrecanales
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una licencia de una semana y que Illera obtuvo una mejora extraordinaria en el trato, yéndose a vivir con los sargentos y en la Orden General del Ejército de Santander del 2 de marzo siguiente se decía: “En atención a su buen comportamiento en el Batallón de Zapadores Minadores, he dispuesto quede repuesto en el cargo de Alférez de Complemento José María Illera Maiz”. (Antes estaba de soldado raso, como todos los movilizados forzosos a la “Sección F”). Testigo de la calidad del médico de Villanueva de la Nía, dice saber de boca del teniente de aquella compañía que fue Illera el delator y añade que en premio a aquella traición mejoró considerablemente el trato para Illera y ganó éste la confianza del Capitán rojo.
Se instruye causa por estos sucesos; (700) la espontánea declaración que el testigo Julio Lequerica viene a hacer en esta Causa el 18 de marzo corriente produce la sospecha de que se intenta amañar una versión exculpatoria de los acusados. No hay que olvidar que Illera pertenece a una extensa familia con amplias relaciones sociales, económicas y de todo orden.
12 Dña. Josefa Bereztain tenía alojados en su casa, (2 (95)-8v(95)12(95)-16(95)-16v(95)-70) del pueblo de La Pared, a varios soldados vascos, quienes el 23 agosto 1937, en el momento de marcharse ante el avance del Ejército Nacional, la degollaron en la huerta de su casa.
13 En la primavera de 1937 hubo una brigada disciplinaria (116-278-315-318-378-388-485-10(95)-1(70)) a la que agregaron el 16 de junio dos compañías de detenidos en el Penal del Dueso; la una la formaron con presos gubernativos y la otra con los penados por los Tribunales Populares (prisioneros cogidos en el frente, tripulantes del “ bou” armado “Tiburón” apresado por los marxistas, Guardias Civiles
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del Cuartel de Simancas, etc.) Mandaba aquella brigada Mateo Pérez Rasilla (a) “Che”, socialista, quien, al igual que sus oficiales, es hombre cruel y de instintos asesinos; uferon primeramente a Cabañas de Virtud, próximo al frente de guerra y aquella unidad vivía en un recinto circundado de fuertes alambradas a modo de campo de concentración; allí asesinaron al Capitán de la Guardia Civil Sr. Anglada y al sacerdote D. Arsenio García David; se trasladaron a Luena y allí el 15 de agosto “El Che” hizo fusilar a tres muchachos recién llevados en un camión desde la Prisión Provincial de Santander, de la que habían salido con visibles señales de apaleamiento; ante el avance arrollador de las fuerzas de Franco, llevaron a aquellos hombres a Asturias a marchas forzadas, a pie, casi sin comer y entre amenazas de muerte y, al pasar por la playa de La Franca (provincia de Oviedo), en dos noches consecutivas fueron asesinados un centenar de individuos de la compañía de penados; en la marcha hacia Gijón asesinaron a otros.
14 (4 (99)-13 (99) 15(99)-18 (99)) El falangista Julio Yanci Edesa fue detenido en el calabozo del Ayuntamiento de Castro-Urdiales el 21 de julio de 1936; poco rato después las turbas le dispararon desde la calle, hiriéndole, por entre los barrotes de la celda y le arrastraron posteriormente hasta la plaza contigua y allí fue rematado, escarneciendo su cadáver y una mujer disparó sobre éste con un revólver que a este efecto pidió prestado.
14 (1 (98)-3v (98) 9 a 14 (98) 689) El vecino de La Ventilla (Soba), Gabriel Gómez Lombana, de 66 años, fue detenido y, tras de tres semanas de prisión, logró la libertad mediante 5.000 ptas., pero pocos días después, el 3 noviembre 1936, fue sacado de su domicilio por la noche, en unión de su yerno José
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Peña, por orden del Comandante Arsenio Cieza; a los dos los llevaron en automóvil un hermano del Gobernador Ruiz Olazarán, el Comandante Arsenio Cieza, Paulino Fernández Díaz (a) “El Maruxa”, Máximo Castanedo Santamaría (a) “El Gallito” y el teniente Ángel Fuentes, y al llegar al Portillo de la Sia, dieron muerte a Gabriel a tiros y con un bayonetazo en el vientre, e hicieron algunos disparos a su yerno, que salvó la vida; los mismos individuos mataron pocos días después, al joven de 15 años Ángel García Gutiérrez, que intentaba pasar a las filas Nacionales.
16 (2 (80)-12(62)) La noche del 1 de enero de 1937, se presentaron, armados, ante la casa de Dña. Anita Arenal, en Santa María de Cayón, siete individuos de los pueblos próximos, y como no les abriesen la puerta, penetraron por un balcón, llevándosela detenida con el pretexto de que iba a prestar una declaración a Santander; su marido, D. Pablo Ruiz, la acompañó y ambos fueron llevados a un despoblado en el término de Mirones, en donde a ella la asesinaron a tiros y a él le hirieron haciéndole cinco disparos, y, creyéndole muerto le arrastraron, arrojándole por un terraplén, lo mismo que al cadáver de su esposa; doce horas más tarde acudieron vecinos de Mirones que no se atrevieron a recoger al herido mientras no viniese el FP, llegado éste, pretendió rematarle y salvó la vida gracias a la intervención de la maestra del pueblo.
17 (8 (38)-13 y 13v (38) 3 (13)) El caritativo sacerdote de 70 años D. Valentín Palencia dirigía en Burgos un asilo y con los a él acogidos -impedidos y niños- venía a veranear a la playa de Suances; un asilado avieso denunció que D. Valentín decía Misa y que cuatro de sus acogidos -dos de ellos cojos- le ayudaban; los cinco hubieron de comparecer ante el F.P. de Suances y desde entonces (octubre 1936) no volvió a saberse de ellos hasta que en esta Causa General
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se han identificado los cinco cadáveres, que estaban enterrados juntos en Ruiloba.
18 (2 (50) 7 y 8 (50)) En octubre de 1936 un grupo de milicianos se llevaron detenidos al vecino de Santa María de Valdelomar, Melchor Calderón (de 80 años), a su hija y a su nuera, porque en días anteriores se pasaron al Campo Nacional algunos jóvenes de la familia; los tres fueron asesinados aquella misma noche por orden del Comandante rojo y Comisario Político Leonardo Mesones y del teniente rojo Francisco Bravo.
19 (1 (35) 5 (35) 18 (52)) El vecino de Astillero Ramón Castillo estuvo preso durante toda la dominación roja; mientras duró su detención, el 21 octubre 1936, su hijo de 16 años Felipe, falangista, fue conducido al Pontarrón de Barcenacoines y, atadas las manos con alambres, le dieron muerte sobre el pretil, arrojando su cadáver al barranco. (Lámina 27).
20 (2 (35)-4(35)) La vecina de Quijas Antonia Ibarra falleció a consecuencia de la paliza que le dio su convecino rojo Isidoro Méndez (preso en Torrelavega); su hijo Ramón Saez Ibarra fue muerto a tiros en septiembre de 1936; su otro hijo Manuel fue asesinado por los marxistas en el frente; otros dos hijos, José y Celestino, sufrieron tal brutal paliza que hizo guardar cama cuatro meses al último de ellos.
21 (2 (4)-5 (4)) El 17 de marzo de 1937 unos milicianos hirieron con sus bayonetas al vecino de Vendejo Francisco Bravo Mediavilla, dejándole con el paquete intestinal al descubierto hasta que falleció, sin permitir que se le prestase asistencia médica.
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22 (4 (35)) Dos falangistas y un joven de Acción Popular, vecinos de Quijas, fueron asesinados el 8 noviembre 1936 en Miengo; al exhumarse sus cadáveres se vio que tenían las muñecas partidas.
23 (2(17)5(17)) El 31 de agosto 1937, cuando el ejército rojo huída hacia Asturias, un grupo de medio centenar de milicianos, se desvió del camino, dirigiéndose al apartado pueblo de Luey y allí dio muerte a tiros, en sus propios domicilios, al Maestro Julián Osuneja Olmedo y a su esposa Ramona Guerra Guerra y al vecino Antonio Bada y a su mujer Pilar Fernández Noriega.
24 (6(32) 5(39)) Los requetés de Miengo, Fernando San Miguel Toca y Fernando Cuevas Corona fueron detenidos por aquel FP el 8 septiembre 1936 y al día siguiente aparecieron sus cadáveres en el Alto de la Montaña; ambos tenían la cabeza golpeada y el primero, además, un brazo roto.
25 (2(48) 5(48)) Tres hermanos de la joven Balbina López Robledo, vecina de Mataporquera, se pasaron al campo Nacional; ella fue conducida a la cárcel de Reinosa, y a los 8 días la extrajeron y no ha vuelto a saberse de ella.
26 (3(3)) José Fernández Cotera, murió a consecuencia de la paliza que le dieron en Cillorigo.
27 (18(39)) La víspera de la entrada del Ejército liberador en Torrelavega, el falangista Santiago Mazón Lucio, fue muerto a palos y a tiros por los milicianos asturianos que huían, inducidos por elementos de la localidad; su cadáver tenía destrozado el cráneo, con salida de la masa encefálica.
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28 (331) El 24 de agosto de 1937, momentos antes de llegar las tropas de Franco a Barreda, un capitán y varios milicianos rojos, siguiendo instrucciones del FP de Torrelavega, se llevaron a Santander a Julia Zubia y a José Liaño; al día siguiente aparecieron los cadáveres de ambos en una calle de Santander, acribillados a balazos; a ella le habían robado alhajas y 4.000 pesetas que llevaba escondidas en el seno.
29 (20(39)25(39)) La noche dle 25 de enero de 1937, un grupo de rojos fue al pueblo de Viérnoles, rodeó la casa de Carlos Méndez Diego y al abrir éste la puerta, le mataron con numerosos disparos e hicieron fuego, repetidamente, sobre su esposa Maximina Díaz Menocal, hiriéndola en la cabeza y hombros, y creyéndola muerta, la arrastraron por el pelo.
30 (4(51)22v(51)) el domicilio del Párroco de Igollo D. José Salcines Salas, de 64 años, fue invadido, violentamente por Tomás Salmón Pacheco y otros individuos, que dispararon nueve tiros sobre aquel anciano, que se encontraba enfermo en cama, matándole, y, al mismo tiempo, hirieron de dos balazos a su sobrina Matilde Bolado Salcines.
31 (6(71)9 y 10(71)) El 20 de junio de 1937, fue hallado en Bárcena de Cicero el cadáver de un desconocido, con los pabellones auriculares cortados y un tiro en el corazón.
32 (405-2(82)) el 3 de julio de 1937, en el frente de Carranza resultó herido el movilizado forzoso Vicente Yartus Pontones, y cuando era conducido en una camilla, su convecino el dinamitero Pedro Aparicio Probedo, que ya le había denunciado varias veces, como requeté, le mató con varias bombas de mano.
33 (2(49)4(49)) El 29 de febrero de 1937, fueon sacados de sus domi-
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cilio en Hormiguera, Maximiliano Gutiérrez y su esposa María Allegue; de él, no ha vuelto a saberse; el cadáver de ella fue hallado en la iglesia de Villanueva de Henares, y tenía una mano cortada; su casa fue desvalijada totalmente.
34 (2(92)5(92)) Cuando José Aranguren iba con su hijo de 12 años por el pueblo de Marrón, el 2 febrero 1937, unos individuos del FP le han disparado y producido la muerte; cuando el niño huía aterrorizado, oyó que uno de los agresores gritaba al otro: “Mata también al niño, porque nos ha conocido”.
35 (2(58)6(58) el 1 de diciembre de 1936, el lugarteniente de Neila, Vicente Escribano, fue con varios de sus policías a San Pedro del Romeral y subieron a nueve vecinos, de ambos sexos, al despoblado de Puerto Seguro, y allí asesinaron a uno de ellos, llamado Eusebio Gutiérrez; a los ocho restantes les obligaron a caminar monte arriba otros cinco kilómetros, entre amenazas e insultos, hasta que empezaron a disparar sobre ellos, dando muerte a Gumersinda Martínez, de 68 años y a Dionisio Martínez de 56; Manuel Ruiz y otro han sido heridos, pero lograron huir, lo mismo que los restantes, uno de los cuales falleció a los pocos días, a consecuencia de la impresión recibida. Pocos días antes había pasado a territorio Nacional, una hija de la asesinada Gumersinda Martínez.
36 (4(14)) En septiembre de 1936 se presentaron en San Vicente de la Barquera, Manuel Neila y algunos de sus policías, que sacaron de la cárcel al P. Daniel Álvarez, del Corazón de María, al que llevaron a su convento, abofeteándole y golpeándole el pecho con las culatas de sus fusiles, para obligarle a descubrir dónde tenía escondidos los va-
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sos sagrados que, según sus verdugos, había ocultado; como no consiguieron sus propósitos, le desnudaron totalmente y le rodearon de virutas y materias combustibles, que prendieron fuergo, chamuscándole alugnas partes de su cuerpo. Por efecto de los golpes recibidos en el pecho, sufrió algunas hemotipsis.
37 (2(13)) Al pasar huyendo hacia Asturias las tropas rojas, asesinaron a la vecina de Ruiloba Paulina San Juan Alcolea.
38 (2(25)) El vecino de Alfoz de Lloredo, Antonio Gutiérrez, murió a consecuencia de las heridas producidas por la explosión de una bomba que le arrojaron al interior de su domicilio, en diciembre de 1936.
39 (6(38)8(38)) La joven de Suances Concepción García Odriozola, fue traída por el F.P. de aquel pueblo, a la cheka de Neila el 28 de enero de 1937 y, desde allí se la hizo desaparecer a los diez días.
40 (8(27)338) La noche del 29 de diciembre de 1936, las numerosas personas de derechas que estaban encerradas en la iglesia de Las Fraguas, hubieron de sufrir el largo tiroteo que, a través de la puerta y una ventana, les hacían desde fuera unos individuos.
41 (308-526-626v-1(100)) La joven de 22 años Agustina Ruiz Francos, acostumbraba a venir desde su residencia (Guriezo) para traer recursos a su padre y hermano, presos en Santander y a un tío que vivía escondido; al llegar a esta ciudad el 21 de junio de 1937, con 1.000 pesetas para aquellos fue detenida y llevada a la comisaría de Neila, de donde fue sacada a media noche, y, desde enton-
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ces, no ha vuelto a saberse nada de ella; parece que a los pocos días, fue visto en Piedras Negras el cadáver de una muchacha cuyas señas coincidían con las de Agustina; el que lo refirió añadía que no se atrevió a acercarse a él, por impresionarle la expresión de profundo sufrimiento grabado en su rostro.
42 (5(5)) En el término de Potes, fue hallado, el 1 de septiembre de 1936, el cadáver de Fernando Andrés Sarama, con varias heridas de machete y disparos.
43 (3(91)) El 30 de agosto de 1936, apareció en el Km. 54 de la carretera a Bilbao, el cadáver de un hombre, muerto de un corte en el cuello.
44 (2(58)) El anciano ex-Juez Municipal de Luena, D. Aurelio Díaz Fernández y el abogado también de Luena D. Ventura García García, fueron muertos con arma blanca el 28 noviembre 1936 por el teniente rojo Conde Ayala, el vice-comisario de policía del FP de Santander Vicente Escribano con otros policías a sus órdenes.
45 (303-114v) Varios milicianos con armas entraron en el domicilio de D. Ramón Secades, en esta ciudad, la víspera de su liberación; después de robarle la cartera y el reloj, le hirieron de un tiro en el muslo, bajándole a la calle; a la mañana siguiente apareció su cadáver con la cabeza destrozada a golpes.
46 (114-191) Aquella misma tarde del 25 agosto 1937, un grupo de milicianos sacó de su domicilio en esta ciudad, a
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D. Ramón Menezo Gómez, a su cuñado D. Luis Varona Baldor y al hijo de éste, de 14 años, Enrique Varona Monar, y les obligaron a salir diciéndoles que no habían de ver el triunfo; a los pocos pasos asesinaron a los tres robándoles cuanto tenían encima, y más tarde volvieron a la casa llevándose cuanto quisieron.
47 (115) El Comandante de Artillería retirado y Jefe de los Requetés de Cantabria D. Alejandro Velarde González, fue detenido en Bilbao y de allí le trajeron, el 6 de septiembre de 1936 a su casa de Viérnoles, en donde fue cruelmente apaleado por los que le conducían que le dejaron la cara ensangrentada, le fracturaron cuatro costillas y, tras de saquearle el domicilio, le volvieron a Bilbao, en donde más tarde fue asesinado.
48 (8(53)) El 20 de julio de 1936 se presentaron 50 individuos armados en casa de la vecina de Bezaba Amparo Díaz Villar, y se llevaron a su hija, la joven María Eugenia Dirube, encañonándola con sus pistolas y diciendo la matarían si su madre no entregaba a un falangista, hermano de ésta, que suponían tenía escondido en su domicilio; él al oírlo se presentó; en el acto se le hizo un simulacro de fusilamiento, y a continuación se le llevaron detenido, siendo más tarde asesinado.
49 (1(64)) Como en el pueblo de Saro hubiera algunos vecinos ocultos para eludir la incorporación forzosa al ejército rojo, en agosto de 1937 se presentaron allí unos batallones y pusieron a dos mujeres, una
(Folio 68.)
de ellas en-cinta, contra una pared conminándolas con el fusilamiento si no descubrían los escondites de sus maridos; después quemaron cinco casas pertenecientes a los padres de los escondidos.
50 (678) A mediados de febrero de 1937 unos policías de Neila detuvieron al chico de 15 años Miguel Crespo de Poo (cuyo hermano había sido asesinado el mes anterior) y le condujeron al Faro, sometiéndole a un simulacro de fusilamiento para que declarase dónde estaba escondido otro hermano, requeté de Cantabria; como no lo consiguieran, le golpearon tan brutalmente que al volver a la cheka falleció en ella; su madre fue a verle y al encontrar el cadáver en un charco de sangre, gritó “Dios mío… es mi hijo” al oír lo cual Neila al tiempo que la decía “ese Dios no existe, la abofeteó tan violentamente que la saltó varios dientes, dejándola en la escalera sin sentido.
51 (1(61)-4(61)) El 30 de noviembre de 1936, una fuerte partida armada rodeó en San Roque de Riomiera la casa de los hermanos Benjamín y César Samperio y de su cuñado Vicente Ruiz quienes intentaron escapar, mas uno de ellos fue apresado y seguidamente muerto; los otros dos huyeron al monte, en donde Vicente fue asesinado pocas noches después; el superviviente vagó por las montañas hasta que en agosto de 1937, como su familia hubiera sido apresada por el FP, en rehenes hasta que él se presentara, hubo de entregarse; le condujeron detenido al cuartel de Santander y de allí logró evadirse por una ventana.
(Folio 69.)
52 (93-520-695) En noviembre de 1936, fue hospitalizado en la Casa Salud Valdecilla, Jacinto Martín Díaz, que, herido de bala, había sido recogido en una carretera; por la noche fue rematado con arma blanca en su cama del hospital.
53 (8(45)) El Secretario del Ayuntamiento de Las Rozas, Manuel Manjón Gutiérrez, fue detenido el 27 de septiembre de 1936 y llevado en automóvil; a pocos kilómetros del camino sus conductores le hicieron apearse y le asesinaron a golpes de azada.
54 (473) El 28 de diciembre de 1936 fueron conducidos a la cheka la señorita santanderina Dña. Concepción Aldasoro y el carmelita P. Atanasio; éste desapareció desde entonces; aquella fue conducida, juntamente con un joven de Asturias, por el “Mediaoreja” y otros sicarios de Neila a unos acantilados no distantes al Faro; la pusieron contra una pared simulando su fusilamiento si no descubría el escondite de su hermana; al fin no la mataron, pero en presencia suya asesinaron al joven asturiano.
55 (22v-26-683) El 27 de septiembre de 1936 fueron detenidos por unos milicianos tres jóvenes falangistas que vivían ocultos en una tejavana accesoria de una casa del Sardinero; seguidamente unos policías detuvieron a la sirvienta de la casa, y como en la cheka no le arrancasen una acusación contra su ama, Neila ordenó que la dieran el “paseo”; el “Mediaoreja” y Pedro de la Puerta, se la llevaron a las inmediaciones del Faro, hicieron simulacro de fusilamiento y la golpearon repetidamente con el puño; la
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volvieron a la cheka y Neila la matrataba de obra, entre las risas de su esposa e hija, lamentándose de que no estuviese allí alguna de sus mujeres policías para apalearla; de allí fue conducida a la prisión con tres muchachos de la Falange Española que iban con las caras ensangrentadas; éstos desaparecieron a los cuatro días; ella siguió presa hasta la liberación de Santander.
(Folio 71.)
NOVENO
LAS PRISIONES ROJAS.
A partir del 20 de julio 1936 empiezan los encarcelamientos en gran escala de personas derechistas. (57-57v-242) El 31 de aquel mes se convierte en cárcel flotante el vapor de carga “Alfonso Pérez” y al fondo de sus bodegas van a parar centenares de detenidos políticos. Más tarde se habilita también de prisión el convento de Religiosas Oblatas. Estas tres cárceles de la capital han alojado durante la dominación roja 4.545 presos, cuyos nombres y las fechas de ingreso y libertad constan a los folios 141 y siguientes.
PRISIÓN PROVINCIAL.(78)
El 8 de agosto 1936 se destituye al Director de esta y es nombrado en su lugar el maestro de escuela, socialista, Antonio Berna y subdirector-administrador el obrero socialista Ángel Saiz Martínez; el primero cesa en la direccion de la cárcel el 28 septiembre para ir de oficial del Ejercito rojo, (241) pero desde varias semanas antes, por estar en el frente, ya tenía abandonado de hecho aquel puesto; a él saca Ángel Saiz Martínez, que no lo abandona hasta la liberación de Santander. Desde que entran estos directores rojos vienen a funcionar en la prisión varios milicianos-vigilantes, entre ellos los siguientes:
(Folio 72. Siguen 16 nombres)
(56, 188) Todos ellos, excepto el Zamanillo, siguiendo el ejemplo de los sucesivos directores de la prisión, vejan, maltratan y roban a los presos el dinero, ropas, objetos y la comida. El Director Berna ha empleado rigores extremados con algunos detenidos y en el momento de poner en libertad al falangista Luis Castillo le ha hecho numerosos disparos (pasó herido al hospital y de allí fue sacado para asesinarle).
El último Director, Ángel Saiz Martínez, tiene cargos abrumadores en esta Causa General:
(36v-51-204v-78-240-241-362) A) Él ha recibido, sin orden alguna de prisión, a los aviadores Comandante D. Rafael Gómez Jordana y Capitán D. Adrián Castro que en septiembre de 1936 fueron traídos desde Bilbao; los ha tenido en absoluta incomunicación 10 o 12 días y pasados éstos los entregó, también sin orden alguna de excarcelación, a los de público conocidos asesinos, Gregorio Gómez Méndez (a) “Go-
(Folio 73.)
rio” y Gonzalo Fernández que seguidamente los asesinaron en Peñas Negras; la entrega ha sido a horas y en condiciones, que cuantos la presenciaron comprendían eran para llevarlos a la muerte.
(5-12v-13-78) B) En noviembre de 1936 ha entregado, esta vez mediante orden de libertad, pero en circunstancias que denotaban era para matarlos, al Capitán D. Natalio González Amor, al sacerdote D. José Martínez Colina, al abogado D. Carlos Fernández Barros y al requeté Belisario Gutiérrez Cobo; los cuatro desaparecieron desde entonces.
(36v-79v-242-360-484) C) El 27 diciembre 1936, cuando ya se había iniciado la matanza en el vapor “Alfonso Pérez” ha enviado a él desde la Prisión Provincial al secretario de Falange Española en esta provincia Fernando Murga; que al poco rato fue asesinado en el buque.
(13-36v-57v-201-240-241v-242-317) D) A las 11 de aquella noche, cuando ya se sabía la matanza habida, ha entregado sin orden alguna de excarcelación, a un grupo que pedía presos “para hacer la justicia que exige el pueblo”, al Abogado Fiscal D. Julio Fernández Dívar, Capitán de Ingenieros D. Manuel Rodríguez y al falangista D. Jesús Dañobeitia; el primero desapareció; los dos últimos fueron quemados, acto seguido, a las puertas del cementerio.
(5(99)) E) La noche del 21 mayo 1937 entregó al falangista Benito Contreras Pérez, que también desapareció.
(43v-51-57-74) F) Él, como Jefe de todas las prisiones de la ciudad, resolvía discrecionalmente cuáles presos habían de ir a cada una y así fue seleccionando para la flotante, entre otros, a todos los falangistas, a los militares más pundonorosos, a los clérigos de virtud y celo; todos ellos habían de ser sacrificados el 27 diciembre 1936. Y así, cuando este día se presenta un grupo de milicianos en la Prisión Provincial para matar presos, les dice que es en el barco prisión donde están los idóneos para el caso; (43v)
(Folio 74.)
al siguiente día el Comandante del buque prisón (de la C.N.T.) exclamaba dolorido que “nunca perdonaría al partido socialista representado por Ángel Saiz, que invitara a las turbas que fuesen para ello al barco, que allí estaban los fascistas”. (74v)
Ángel Saiz había sido anteriormente presidente del Sindicato Metalúrgico y vocal del Jurado Mixto; como socialistaa conspicuo es maestro en el arte de hacer favores a los poderosos pensando cobrarlos cuando sea vencida aquella orgía de sangre y enchufes; así hoy, con desesperación de los parientes de sus víctimas, goza de valedores.
Tanto en esta prisión como en su filial del Convento de Oblatas estuvieron recluidas muchas mujeres de derechas. Estaba vigiladas por milicianos crueles que llegaron hasta pegar a algunas detenidas; en los mismos departamentos que estas presas políticas había mujeres de mala vida y enfermas; algún vigilante ha solicitado a una presa de 15 años y como no lo consiguiera, la ha metido por ocho días, incomunicada, en los sótanos. (58-75)
BARCO PRISIÓN “ALFONSO PÉREZ”.
(16-43v-44-51-56-57-74-99-103-104-118-119-122-122v-123v-124-125-134-151-271-364-30(39)-51-119-121)
El 31 julio 1936 empezó a recibir presos este viejo vapor de carga; hasta 980 llegó a tener en sus bodegas. Era una dependencia de la Prisión Provincial y el Director de ésta era su jefe, pero tenía como representante suyo un comandante que lo fue el obrero socialista Pedro Rioyo hasta octubre y, desde entonces, el individuo de la C.N.T. Emilio Sainz Abascal; tenía tres oficiales del Cuerpo de Prisiones que nada hacían allí pues los verdaderos carceleros eran los numerosos milicianos-vigilantes; prestaron allí este servicio, entre otros, los siguientes:
(Folio 75. Siguen 12 nombres y tres apodos)
(271) Casi todos fueron brutales con los presos y muchos de ellos tomaron parte activa en la matanza del 27 diciembre.
El trato que recibieron los recluidos en el barco fue inhumano; permanecían constantemente metidos en los sollados de sus bodegas de las cuales no les permitían salir sino de uno a uno y con prisa para ir al retrete, y ello de día, pues a las 7 de la tarde se tapaban las escotillas y ya no se dejaba salir de nuevo, así que en el interior había hedor insoportable; el preso que no tuviera colchón propio había de quedarse sobre la plancha del buque; los detenidos eran maltratados e insultados soezmente y lo mismo sus mujeres cuando iban a llevarles la comida, en los últimos tiempos, en que esto se autorizó; los de más edad o representación social eran dedicados a las ocupaciones más bajas; continuamente recibían amenazas de que serían matados el día que hubiese el primer bombardeo contra Santander y después de hecha la matanza del 27 diciembre se les anunciaba una segunda vuelta. (44-102-76-103-51-122-122v-118-119, 56-109-43v-119v a 124)
(Folio 76.)(74v-122, 51-53v-56, 103-104)
El trato más cruel fue dado mientras era Comandante Pedro Rioyo: entonces estaba el barco fondeado en medio de la bahía; tenía a bordo varias cajas de dinamita y un brutal dinamitero asturiano, haciéndose saber a los presos era para volarlos al primer bombardeo; no se les permitía recibir alimento alguno de sus familiares y se les tenía extenuados de hambre ya que se les daba de comer por la mañana medio vaso de leche helada, al medio día un escasísimo número de garbanzos o alubias y por la noche arroz condimentado sin grasa alguna, y sin probar el pan; así que permanecían constantemente echados en el suelo por falta de energías; aun dicen que aquel arroz era escupido en el muelle para que así tuvieran que comerlo; (56) una noche intentó envenenar al falangista preso Eduardo San Martín Reina, y, no habiéndolo conseguido, la noche siguiente -4 septiembre- fue llevado en una gasolinera por el propio Rioyo y desapareció; así mismo fueron extraidos de allí, para darles muerte, los falangistas Castillo y el apodado “Machaquito”; (51-56-134) al preso Juan Cerca Pérez le hirió de un tiro uno de los milicianos de a bordo y, llevado a un sanatorio, sin estar aún curado se le volvió al barco y allí le asesinaron el 27 de diciembre; (16-134, 7(16)) Eduardo Gutiérrez se puso enfermo y el médico del buque le negó asistencia (falleció en octubre a consecuencia de los fallecimientos).
Cuando en octubre cesó Rioyo como comandante se decía a los presos les esperaban peores tiempos, pues el sucesor era de la F.A.I. y con él irían vigilantes de esta filiación; pero con el nuevo comandante, llamado Emilio Saiz Abascal, mejoró el trato de los presos y se les permitía recibir alimentos de sus casas, si bien les era robada la mayor parte de ellos por sus guardianes, lo que motivó que se pusieran unos revisores para vigilar a los milicianos, con objeto de evitar los latrocinios, (119v, 179, 119v)
(Folio 77.)
pero algunos de estos revisores tuvieron pronto que ser despedidos por los robos que también ellos cometían.
(122v) En noviembre fue a visitar el buque un Delegado de la Cruz Roja Internacional y no autorizaron que hablase con él un solo de los presos.
(685 a 688) El 23 enero 1937 el Vicecónsul inglés por orden del Embajador de Inglaterra en Hendaya gestionó por escrito del Gobernador que se suprimiese aquella cárcel flotante y se trasladaran los presos a tierra; en la comunicación se hace referencia a conversaciones que el Cónsul tuvo con el Gobierno el 21 de diciembre y el 4 de enero acerca de la seguridad de los presos en el barco; el 27 de febrero siguiente dejó de ser cárcel el buque “Alfonso Pérez” y los en él recluidos pasaron a la Provincial, Dueso y convento Oblatas; por ello el Vicecónsul inglés dirigió con fecha 13 marzo 1937 otra comunicación al Delegado del Gobierno en Santander, Palencia y Burgos, expresando a aquella Delegación “tan dignamente representada, las más rendidas gracias por haber atendido las sugerencias del Gobierno Británico”.
PENAL DEL DUESO.
En él fueron recluidos numerosos presos de Santander y provincia. fue hecho Director del mismo el socialista, maestro de escuela rural, Pedro Pérez Ruiz, quien en diciembre fue sustituido por el anarquista Liberto Carral. Aquí, como en Santander, actuaban de vigilantes, milicianos rojos, cuyos nombres aparecen a los folios 12 y 12v de la pieza 86; toda la documentación de este Penal fue quemada por su Director al huir de allí el 23 agosto 1937; pero a los folios 227 y siguientes aparece copia de una lista de los 657 detenidos que allí había el 19 julio de aquel año. (425)
El mayor tormento que en el Dueso sufrieron los
(Folio 78.)
(56-56v-199-236-425, 236-423-425-16(86)27(31), 12 y 12v (86) 338-74v-3(27)6(61))
presos fue el hambre, más intensa aún bajo la dirección de Liberto Carral quien, en cierta temporada, no les daba en todo el día otro alimento que un vaso de lecha aguada y tres chicharrillos en vinagre, del tamaño de sardinas, régimen que hizo que los presos sufrieran extreñimiento cruel, pasando algunos más de 30 días seguidos sin evacuar, con lo que padecían grandes dolores, hemorragias y desvanecimientos y cuatro de ellos murieron de hambre; al que fuese visto rezando o con un rosario era llevado a celda de castigo, en una de éstas el vigilante Simeón Lucío estuvo un día golpeando a un preso, el que luego apareció allí colgado; en otra ocasión fue sacado de aquel Penal un joven apellidado Ortega (reo del atentado a Jiménez Asúa), que desde entonces desapareció; el día 23 agosto 1937 fueron llevados de este Penal con dirección a Asturias 300 presos de los más calificados, pero al llegar con ellos a Santander no pudieron seguir viaje por haber cortado las comunicaciones el fulminante avance hasta Barreda de las tropas Nacionales el 24 de aquel mismo mes. Este día huyeron del Penal los vigilantes rojos que todavía quedaban y dejaron encerrados en uno de sus pabellones los 575 presos que aún había, cortándoles previamente la luz y el agua y dejando colocada dinamita en los talleres del Penal dispuesta para hacerla explotar por un contacto eléctrico, lo que no llegó a efectuarse.
PRISIONES DE REINOSA.
(17v(44)) Funcionaron allí diversas prisiones en la época marxista y en la instalada en el colegio de San José es donde guardaban los presos más significados; de ella fueron conducidos muchas noches a la cheka del jefe de policía Miguel Aguado para sufrir las palizas más ho-
(Folio 79.)
rrendas; los agentes de éste extrajeron otras noches grupos de presos, a veces hasta 12, para asesinarlos.
PRISIONES DE CASTRO URDIALES.
Al principio iban los detenidos en esta ciudad a la prisión de partido y allí acostumbraba a constituirse en sala audiencia un grupo de individuos, los que se llaman así reunidos, Tribunal Popular, que presidía el comunista Mariano Luis y, sometían a los presos a interrogatorios y malos tratos; en septiembre destinaron a cárcel el convento de Clarisas y allí metieron cerca de 200 presos de derechas. Tanto en una como en otra prisión atormentaban a los recluidos con dureza salvaje; los golpeaban con las culatas, con la soga de la campana (previamente ensebada), con una lanza; a un Guardia Municipal preso, le rodearon el cuello con un grueso alambre y le suspendían de éste, hasta que mostraba síntomas de asfixia; (17(99)) a otro le colgaban cabeza abajo golpeándole en esta posición; a alguno le maniataban e iban dándole vueltas con un palo a las ligaduras hasta hacer crujir los huesos; (20 y 20v899)) al falangista Leopoldo Muerza le dieron durante tres meses, una o dos palizas diarias, en una de las cuales le arrancaron dos dientes y a veces para apalearle le ponían desnudo y esposado; al Teniente Coronel de Estado Mayor D. Nazario Cebreiros le hicieron objeto de otra, (16v(99)) que descolló sobre todas y tras ella, volvió al calabozo “hecho un Ecce Homo”; la joven de 20 años Ángeles Villanueva era puesta sola en una celda con el policía de Neila Rafael Prieto que, por la fuerza, intentaba abusar de ella (20(99)); robaban a los presos las comidas que sus familias les enviaban, y, en los que les dejaban vertían inmundicias que la pluma se resiste a nombrar; numerosas noches fueron sacados los presos para sufrir simulacros de fusilamiento; otras veces los sacaban para matarlos de verdad, como sucedió (13 (99) -16v (99))
(Folio 80.)
(27(99)) con el Teniente Coronel Cebreiros, Luis Nates, Manuel Santamaría y Raimundo Cendreros.
OTRAS PRISIONES.
Aparte de las antedichas, existían en todos los pueblos de alguna importancia cárceles y calabozos por los que desfilaron millares de presos de los respectivos Frentes Populares.
(Folio 81.)
DÉCIMO
LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA.
Personas y cosas eclesiásticas fueron objeto de especialísima persecución por los rojos santanderinos; en el capítulo 5 ya se expresa que fueron 161 los clérigos asesinados en esta provincia, o sea el 14% del total de los muertos habidos; la mayoría de los que han conservado la vida lo consiguieron escondiéndose, muchos de ellos en Vizcaya.
A las pocas semanas de instaurarse el régimen marxista se suprimió totalmente el culto católico; el practicarle en privado, era fieramente perseguido y por ello sufrieron muerte algunos sacerdotes y fieles. En los folios 610 a 659 aparecen las relaciones enviadas por el Exm. sr. Obispo y por cada uno de los Párrocos y Superiores de los conventos, que contienen los atentados cometidos contra las personas y cosas del Obispado, Catedral, Parroquias y Residencias de Comunidades Religiosas en el término municipal de Santander; respecto a los perpetrados en los pueblos, constan en las respectivas piezas separadas. Del examen de la Causa resulta que han sufrido demolición o destrucción total, 54 iglesias, y que, en la mayoría de las restantes, han sido destruidos los altares, imágenes, ornamentos, etc. (5 (25)-7v-162-229) Son incalculables los casos en que se hizo escarnio públicamente de la Religión; dado el carácter general de la Causa, no se ha traído a ella referencia más que de alguno de estos casos pero bastan para constancia de la soez grosería marxista los siguientes: (229v-231-340v-4(32)-11(55)-485v-10v(38), 15 (66)-9(95)) profanación de iglesias; viéronse milicianos en calles y tabernas vestidos con ornamentos sagrados (lámina 69); violación de tumbas conventuales (lámina 11); y como demostración de que estos actos tan inconcebibles en personas, que aun siendo ateas tengan una elemental cultura, no fueron ejecutados por los so-
(Folio 82.)
corridos incontrolables, aparece en los folios 152, 229 y 229v, que en las más groseras profanaciones, toma parte principal José Montero Rodelgo, vocal del FP de esta ciudad, y el Dr. D. Enrique Madrazo, médico de fama, dueño del Sanatorio de su nombre, autor de diversos libros, se hace retratar (lámina 68), bebiendo en un cáliz y con una custodia sobre la mesa en que acababa de comer con oficiales del Ejército rojo.
Ya en el folio 58 de este informe se refiere cómo fueron asesinados un anciano sacerdote burgalés y cuatro de sus afiliados impedidos, por decir el primero misa privadamente y ayudársela los últimos.
El monasterio de los Trapenses de Cóbreces fue invadido por una turba armada que tras vejar y robar cuando había, pusieron contra una pared durante tres hora a aquellos monjes simulando su fusilamiento; (4(25)-6(25)) el 8 de septiembre siguiente se los llevaron a Santander y allí se les tuvo ocho días detenidos y para ir a buscar un pedazo de pan a un comedor público se les hacía salir formados por las calles entre insultos y burlas de la plebe; después se hizo desaparecer a 17 de ellos que, probablemente, serían arrojados vivos al mar.
(6(8)) También la comunidad de Jesuitas del Seminario de Comillas y sus estudiantes fueron conducidos el 13 agosto 1936 desde aquella villa a Santander atados codo con codo sobre la plataforma de varios camiones, expuestos a las mofas del populacho.
(Folio 83.)
UNDÉCIMO
PRINCIPALES ATENTADOS A LOS INTERESES DE LA BANCA Y A LOS DERECHOS DE SUS CLIENTES.
Se ha formado una pieza separada, la núm. 103 con las actuaciones relativas a los atropellos cometidos con depositantes, cuentacorrentistas y arrendatarios de Cajas de alquiler. En ella aparece, que a partir de principio de septiembre de 1936, la dirección de Finanzas de Santander empieza a declarar intervenidas las cuentas de personas que el FP conceptuaba enemigas del régimen. Son numerosísimas las intervenciones así decretadas y comunicadas a los Bancos; pero el D. de 23 de aquel septiembre, pubicado en la “Gaceta” roja del 25 siguiente, atribuyó exclusivamente a una sección del Tribunal Popular de Madrid, la facultad de acordar las incautaciones de los saldos y depósitos bancarios, e imponía a los establecimientos de esta clase, la obligación de formular denuncias contra los organismos, distintos de aquel, que las decretasen.
Los principales atropellos consumados en relación con la Banca o sus clientes han sido:
(3(103)-81(103)-11(103)) A) Con infracción de los preceptos del Código de Comercio, el 2 de noviembre 1936 se emitieron por los Bancos locales y fueron puestos en circulación, talones al portador de 5, 10, 25, 50 y 100 ptas. (20.040.000.- Ptas.); en ellos aparecen como libradores los Bancos locales y la Caja de Ahorro del Monte de Piedad, y como librado el Banco de España que suscribía al pie de los mismos la frase “tiene fondos”.
B) A pesar de los preceptos terminantes del Decreto
(Folio 84.)
(204(103) 107 a 109 (103))
antes citado de 23 de septiembre 1936, en algunos casos el B. Mercantil y las Sucursales de los de Bilbao, Hispano Americano, Vizcaya y Español de Crédito, hicieron entrega a los organismos rojos de los saldos existentes en cuenta corriente o en libretas de Caja de Ahorro de sus clientes, sin intervención ni consentimiento de éstos; (11 a 13 (103), 17 a 20 (103), 57 a 66 (103), 268 (103) 84 a 98 (103)) el Banco que con más insistencia incurrió en esto, fue el Mercantil, que creía cohonestar su conducta con un acta notarial, haciendo constar en ella que “en vista del precedente Oficio se apresuró a darle cumplimiento”, u otra cualquier fórmula complaciente para el rojo; así fue haciendo las siguientes actas notariales:
10 noviembre 1936 -Por incautación de los saldos de c/c de la Exma. Sra. Marquesa de Pelayo por valor de 1.328.256,81 ptas.
4 enero 1937 -Por incautación de 20.000 ptas. de la c/c de D. Francisco Albo y otras 20.000 ptas. de D. José Albo.
4 enero 1937 -Por incautación de 150.000 ptas. de la cartilla de ahorro de Dña. María Ortega Elguera y de 138.000 ptas. de la de D. Segismundo García y Dña. Manuela Albo.
4 enero 1937 -Por la incautación de 4.000 ptas. de la cuenta corriente de D. Marcial solana Camino.
En la noche del siguiente día, 5 de enero, fue llevado a la Comisaría del FP y de allí desapareció, el Notario autorizante D. Mariano Benítez de Lugo y Raymundo.
(11 a 16 (103) 21 a 56 (103) 67 a 75 (103))
C) También decretaron los organismos marxistas la fractura de numerosas cajas de seguridad, alquiladas por particulares en los Bancos de Santander y Mercantil, sin intervención de sus titulares, y la incautación de su contenido, lo que detalladamente consta en las actas notariales otorgadas a instancia del primero con fecha 1 de octubre, 9 de noviembre, otra de
(Folio 85.)
igual fecha y 18 de noviembre, todas de 1936 y, por el último, en fechas de 30 septiembre, 8 de octubre, 11 de noviembre y 24 de noviembre de 1936.
(83(103)) El 28 de julio de 1937, dictó un Decreto el Gobernador de Santander (Boletín Oficial del 6 de agosto), imponiendo la obligación de entregar todas las joyas y alhajas, oro y platino en objetos existentes dentro de su jurisdicción, bajo conminación de ser tenido por reo de contrabando y en cumplimiento de él se procedió a la apertura violenta, e incautación de todo lo contenido en ellas, de las cajas alquiladas en los Bancos de Santander y Mercantil, de lo que se extendieron actas notariales en 16 y 21 de agosto por el primero de ellos y otras dos actas en el último.
D) A la Sucursal del Banco de España en esta plaza, le fue ordenada por el Gobierno rojo la entrega de 4.150.000 ptas. en concepto de empréstito forzoso; al mismo Banco le incautaron la noche del 19 de agosto de 1937:
(111(103)) En oro de cuenta corriente 298.106,22 ptas
(En oro) del Tesoro 114.468,51
(total) 412.574,73
En plata 555.000,00
E) En 28 de junio 1937, se ordenó a los Bancos, excepto al de España, entregar en éste, embalados y precintados, todos los resguardos de sus clientes, y los valores que de éstos o propios, tuvieran en su poder. El siguiente día 29 se les apremiaba a cumplir lo anterior para lo que se ordenaba prescindiesen de relacionar la numeración de los títulos; el 22 de agosto inmediato, (105(103)) entregaron todos los Bancos al de España de la localidad, cuantos valores mobiliarios y resguardos operaban en su poder, embalados en cajas de madera y precintados, los cuales partieron para Francia por vía marítima. Así se llevaron, tan solo del Banco Mercantil, (9v (103)) títulos por un valor nominal de 397.573.188,25 ptas. y del Banco de España por 184.514.064,87 ptas. (111(103))
(Folio 86.)
F) En la primera quincena de julio 1937, ya caído Bilbao y a la vista de la liberación de Santander, el Consejero o Ministro de Hacienda dirige los Oficios de los folios 124 a 130 (103) ordenando se cambien al presentador de los mismos, sumas crecidas de billetes de Euzkadi (alguna vez de 151.300,00 ptas) y Santander (los llamados “no pasarán”), por billetes del Banco de España, precisamente de 500 y de 1.000 ptas.
(123(103)) G) Aunque la maravillosa rapidez con que se hizo el avance sobre Santander, obligó a huir alocados, a los marxistas de categoría, aun hubo algunos lo bastante precavidos para situarse abundantemente fondos en la zona roja, y así por medio del Banco de España, se efectuaron en aquellos días las siguientes transferencias:
20 agosto 1937 2.000.000 ptas a c/c Jesús Montero en Barcelona.21 500.000 a c/c de Félix Astigarraga idem.23 2.000.000 a c/c de Antonio Vayas, Vicente del Solar y Félix Astigarraga.23 15.000.000 a c/c de Manuel Neila Martín, Valencia.
También consta que el director rojo de la SAM, cobró el 23 agosto 160.000,00 ptas. de la c/c de esta entidad, y se las llevó a Gijón.
(Folio 87.)
DUODÉCIMO
OTROS ATAQUES DE IMPORTANCIA AL DERECHO DE LA PROPIEDAD.
Han sido innumerables. Por el carácter de esta Causa y lo relativo de la importancia que en los trece meses de terror marxista tenían las cosas y su propiedad, ha venido a aquella una relación incompleta de los mismos. Aparte de los enunciados en el capítulo anterior, los principales hechos delictivos contra la propiedad han sido los siguientes:
(7(5)) A) La villa de Potes fue incendiada por el ejército rojo antes de abandonarla en su huida; quedaron destruidos 74 edificios (láminas 33 a 38). Asimismo han sido incendiadas y totalmente destruidas 110 casas, fábricas y almacenes, entre aquellas el antiguo palacio del Marqués del Solar de Marcadal en Alceda, con la colección de obras de arte que encerraba (lámina 62) y el Balneario y Gran Hotel de las Caldas (lámina 59). (7(57) 29(31))
B) Según se expresó en el capítulo noveno, fueron 53 las iglesias derruidas y totalmente incendiadas intencionadamente, sin incluir el incontable número de ellas -casi todas las de la provincia- que sufrieron la destrucción de sus retablos, altares, imágenes, ornamentos y demás objetos del culto; (láminas 42-43-50-51-52-53-54-65-66-67-70 a 77).
C) El alcalde rojo de Santander Ernesto del Castillo, a pretexto de dar trabajo a los obreros -explicaba ser más conveniente para ellos destruir que construir, pues así todo se gastaba en jornales y nada en materiales- demolió calles enteras, las dos estaciones de fe-
(Folio 88.)
rrocarril y numerosas casas sueltas; todo lo hacía sin acuerdo alguno de expropiación ni dictar siquiera providencia o resolución escrita, y sin indemnizar en un céntimo a los propietarios, algunos de los cuales han sido llevados a la ruina; se dio repetidas veces el caso de que a un propietario le imponía un crecido impuesto especial por mejoras derivadas del derribo de una finca próxima y, en cuanto lo pagaba, le era demolida su casa sin resarcimiento alguno. Son en junto 44 casas las totalmente deshechas de esa manera por el alcalde Castillo sin contar las muchas que sufrieron destrucción parcial (láminas 39 a 51). (250 a 261)
Este alcalde formó escuela y su conducta fue imitada por alcaldes de la provincia, entre otros los de Torrelavega, Castro-Urdiales (láminas 53 a 56).
(535 a 562) D) A partir de julio 1936 se decretó la incautación en unos casos y otros el control, de numerosas fábricas, talleres, almacenes y tiendas. Solo en la relación -que no es completa- enviada por la Federación Patronal Montañesa se comprenden 234 casos; en ella se expresan los nombres de las personas y entidades que decretaron la incautación o el control, los de quienes los ejercieron y la cuantía de los perjuicios ocasionados, que siempre fueron enormes en proporción a la importancia de cada negocio, pues en unos meses de gestión dejaron aquellos “controladores” las instalaciones destrozadas y exhaustas las cajas, cuentas corrientes, almacenes de existencias y materiales y cobrados cuantos créditos activos tuvieron, y todavía ante el avance del Ejército liberador desmontaron en las principales de estas industrias la maquinaria y la transportaron a Asturias (Sociedad General de Cirages Français, S.: José María Quijano S.A. Corcho Hijos,….) (123)
(Folio 89.)
Entre los casos más importantes de incautación figura el de la fábrica y bienes de la S.A.M., filial de la Federación Montañesea Católico Agraria, que es una cooperativa de ganaderos productores de leche con 118 sindicatos que comprenden 11.000 familias labradoras; esta entidad en los años anteriores al régimen marxista, había sido objeto de una feroz campaña difamatoria desde las columnas del diario revolucionario “La Región” la que, al parecer, era favorecida económicamente por una poderosa empresa extranjera competidora; fue dirigida aquella campaña por el ex-contable de la S.A.M. Carlos Pérez Dubá, masón, según se dice, que la ilustró con las fotografías de los documentos que a la misma sustrajo mientras la servía; (577) triunfante la revolución se decretó la incautación de la S.A.M. y de los bienes de sus consejeros y fue nombrado Director de ella Carlos Pérez Dubé, quien donó de sus fondos varios cientos de miles de pesetas para el FP, procurando aniquilarla; durante el dominio rojo fue sacado de la cheka de Neila para ahogarle en el mar su legítimo director D. José Gutiérrez Alonso (en marzo de 1936 había sido asesinado misteriosamente su inspector de sindicatos); (2(39)-15(83)-2(86)) cuando ya las tropas nacionales llegaban a las puertas de Renedo se prendió fuego a la fábrica de la S.A.M. y se desmontaron sus motores para llevarlos a Asturias y el Carlos Pérez Dubé extrajo de la cuenta corriente de aquella 160.000 ptas. marchando con ellas a Gijón, en donde fue capturado; traído a una cárcel de esta ciudad se esperaba explicase quiénes fueron los inspiradores de aquella campaña difamatoria, pero el 25 de enero último se evadió de la cárcel en circunstancias que hacen creer le fue preparada la fuga desde el exterior y a los pocos días apareció su cadáver en un despoblado; según el dicta-
(Folio 90.)
men de autopsia la muerte fue producida por envenenamiento; no es verosímil se suicidara. ¿A quién interesaba su desaparición?
E) Como ejemplo revelador de hacia dónde se dirige la persecución marxista merece citarse lo sucedido con los bienes de la Marquesa de Pelayo; esta Sra. es sobrina y heredera del Marqués de Valdecilla quien tras una vida de trabajo en América formó cuantiosa fortuna y se constituyó en prócer de la filantropía, poblando de espléndidas escuelas esta provincia a la que donó “La Casa de Salud Valdecilla” que es el mejor hospital de España en el que gastó más de 20 millones de ptas.; su sobrina se hizo continuadora de la obra humanitaria de su tío y, entre otras acciones análogas, realizó la de construir la magnífica casa de Maternidad Provincial y la de regalar 508 milígramos de radium, que costaron medio millón de ptas., a la Casa Salud Valdecilla para que allí pudieran tratarse gratuitamente los cancerosos pobres de la provincia; al iniciarse el régimen marxista se encontraba ausente de España y en sus bienes se cebó la desesperación que los marxistas sentían por no poder apresarla; (17 a 20 (103) 23v a 25 (10..) 48 a 56 (103)) sus cajas de alquiler fueron de las primeras violentadas y sometidas al pillaje del FP; los saldos de sus cuentas corrientes, por valor de más de un 1.300.000 ptas., fueron incautados por la Diputación Provincial, atropellando todas las normas que el Gobierno socialista acababa de dictar (es de notar que ahora el Banco Mercantil pretende estar liberado respecto a los saldos que entregó de sus cuentas corrientes); (84 a 98 (103)) y su finca de Valdecilla fue incautada, saqueada y destruido su arbolado, en los días inmediatos precedentes a la liberación de Santander, el médico López Albo, a quien el Frente Popular había puesto al frente de la “Casa Salud Valdecilla”, se fugó con el radium que pocos años ha (599)
(Folio 91.)
donara la Marquesa.
(9(18)) F) También caracteriza la barbarie marxista lo ocurrido ocn Dña. Emilia Gutiérrez, anciana de 76 años y enferma, que ha consagrado su vida a la caridad en su pueblo de Carrejo (Cabezón de la Sal); allí sostenía un asilo refugio de ancianos y enfermos en el que diariamente daba alimento a 85 personas; esta señora ha sido detenida por Neila que la tuvo presa un mes y logró la libertad mediante dinero e influencias de un pariente nacionalista vasco; al volver a su finca, ya los milicianos habían matado con bombas de mano todos los millares de truchas que criaba en su fiscifactoría, con las que iba poblando de pesaca el río Seja. (Lámina 61).
G) Los saqueos de casas particulares han sido frecuentes y la requisa e incautación de objetos en los domicilios mucho más. Pero ello tiene importancia escasa en la época de terror vivida y así, aunque a menudo se alude en esta Causa a hechos de esta naturaleza, no se ha tratado de investigar sobre ellos. (6 a 15 (60), 13 y 14 (66), 6(68)-6(9)-6(55)-4(47), 5(2)-4(49)) Más gravedad encerraba el robo de ganado vacuno que es la base de la vida campesina en la Montaña; aparte de los frecuentes casos en que despojaron de ellos a los labradores derechistas y en especial a los familiares de los que se pasaban al campo Nacional, al empezar la retirada del Ejército rojo, sus milicianos se llevaban consigo hacia Asturias cuantas vacas se encontraban.
(161-338-390-4(3)-1(30), 5v(48)-14(66), 31(39)-204(103))
H) Fue muy frecuente sacar dinero a los particulares mediante coacción y se apunta reiteradamente en esta Causa, aunque sobre este extremo no se haya hecho pesquisa alguna, que era frecuente el cohecho de las autoridades y burócratas rojos. Resultaría curioso a este respecto cotejar las libertades de muchos presos con
(Folio 92.)
libros de cuentas corrientes de los Bancos. (419 (103) 476 a 481)
I) En agosto 1936 el comisario de Policía Neila y sus secuaces, se incautaron de todos los bienes de la Diócesis de Santander, llevándose valores por un importe de ptas. 14.749.737,61.
(Folio 93.)
DECIMOTERCERO
JUSTICIA ROJA.
Fueron creados los Tribunales Populares por Decreto de agosto 1936 para conocer de los delitos de rebelión y en octubre siguiente se extendió su competencia a los de traición y espionaje. En Santander fue constituido con tres abogados carentes de todo prestigio: (680) como Presidente el socialista Roberto Álvarez y de vocales Ramón Mendaro (también socialista) y Francisco de la Mora y de la Gándara (ex-señorito de pueblo, rico y vicioso que, ya viejo y arruinado, se hizo Radical Socialista y abogado de la F.A.I.); como según el Decreto creador de estos Tribunales sus componentes habían de pertenecer a la carrera Judicial, se nombraron Jueces a estos individuos y a los dos o tres días se les designó para aquellos cargos. Por los distintos partidos integrantes del Frente Popular se eligieron los jurados de este tribunal y de los autos originales de seis causas tenidas a la vista, aparece que actuaron como tales los siguientes: (701, siguen 19 nombres)
(Folio 94. Siguen 4 nombres)
Del ambiente de chabacanería en el que se desarrollaba el funcionamiento de estos Tribunales da idea la declaración del folio 675; el presidente de él (635) convertía los despachos oficiales en lugar de cita con mujeres licenciosas; mandaba extraer de la cárcel a una joven derechista de 15 años y la hacía conducir a un piso del Muelle, requisado por él, (75) en donde a pago de la libertad intentaba ultrajarla, y de allí la hacía llevar a un Hotel y de éste la sacaron los esbirros de Neila para presentarla ante él nuevamente detenida; al liberarse Santander se encontraron en el despacho del Presidente del Tribunal y Audiencia cálices, una Custodia, coronas, navetas y otras joyas robadas a la Iglesia. (680)
El Tribunal Popular celebró numerosos juicios e impuso 40 penas de muerte, en su mayor parte contra reos en rebeldía; así aparece de los autos y antecedentes existentes en esta Audiencia, que se han examinado; contra reos presentes pronunció las siguientes: (680v)
3 octubre 1936 – Condenados a muerte Virgilio Rodríguez Fernández y Germán Gutiérrez Gutiérrez, que por intentar pasarse al campo Nacional fueron juzgados como reos de traición (aun con arreglo a las leyes rojas fue una arbitrariedad, pues la competencia para conocer de delitos de traición no les fue concedida a los Tribunales Populares hasta el Decreto de 6 de octubre; entonces sólo la tenían para los de rebelión) fueron ejecutados el día 4 del mismo octubre.
Octubre 1936 – Por rebelión contra los prisioneros de Guerra, José María Pereda Helguera y los Guardias Civiles Valeriano Santa Olalla y Mauricio Sanz y Sanz. Se los ejecutó el 22 de aquel mes.
23 enero 1937 – Por rebelión contra los prisioneros de Guerra Lorenzo Antón Rodrigo (falangista) y soldados Isidro Díez Estefanía y Antonio Santos Gil. El 11 febrero se ejecutó a los dos primeros y no al último por haberse acreditado que era izquierdista. Dictó,
(Folio 95.)
además, multitud de sentencias contra prisioneros de Guerra condenándoles a reclusión y estos fueron llevados al Penal del dueso para, en junio 1937, formar los 200 hombres de la cuarta compañía de la brigada disciplinaria, quienes por los continuos asesinatos y la matanza de la playa de la Franca en las noches de 28 y 29 de agosto, habían de quedar reducidos a 44. (485v)
También funcionó en esta Ciudad un Jurado de Urgencia de los creados por Decreto de 10 octubre 1936 para sancionar los hechos de hostilidad o desafección al régimen no constitutivos de delito (su Art. segundo, apartado D. es de tal amplitud que permite penar a todo el mundo).
Los Jueces de Primera Instancia de la Provincia, unos fueron destituidos, algunos se ocultaron y otros siguieron actuando bajo la dominación roja; estos, a veces con ocasión del hallazgo del cadáver de algún asesinado, abrían un sumario por pura fórmula, pero sin el menor intento de esclarecer el suceso; por las desapariciones nunca abrían causa. Y para que no existieran ni estos antecedentes de anodinos sumarios, el Director General de Justicia en Santander dirigió, con fecha 21 octubre 1936, una circular a los Jueces de Instrucción ordenándoles que en el plazo de 48 horas le remitieran todos los sumarios incoados o que se incoen en lo sucesivo por muertes violentas (65), y prohibiéndoles publicar edictos-providencias concernientes al hallazgo de cadáveres y recurrir a pruebas de carácter fotográfico, en 31 enero 1937 se privó a los Jueces de Instrucción de toda competencia para intervenir en los casos de hallazgo de cadáveres, lo cual se atribuye exclusivamente a un Juzgado Especial de Santander con jurisdicción en toda la provincia desempeñado por el escribiente de un Juzgado burgalés.
Rara vez se inscribía en el Registro Civil el fallecimiento de las personas asesinadas y con frecuencia las enterraban en el mismo sitio del hallazgo del cadáver; el Juez de esta Causa General, por ser además Fis-
(Folio 96.)
cal con destino en la Audiencia de Santander, ha promovido la incoación de alrededor de 600 expedientes conforme al D. de 8 noviembre 1936 para inscribir el fallecimiento o desaparición, según los casos, de las víctimas del marxismo, respecto a las cuales constan en este sumario datos suficientes para hacer la inscripción.
(470v) El vecino de esta ciudad Andrés Haya Riva declara que en diciembre 1936 le fue notificada la resolución del Director de Justicia para que pagase 28.300 Ptas. a un sujeto a quien nada debía; ello sin haber precedido noticia alguna de la reclamación, ni procedimiento en la Dirección de Justicia; a pesar del carácter de inapelable con que se notificaba la resolución, acudió a aquel organismo y como mal menor tuvo que pagar la suma de 14.000 Ptas.
(Folio 97.)
DECIMOCUARTO
CULTURA ROJA.
(500 a 503) Los archiveros de las bibliotecas de Menéndez Pelayo y Municipal, de esta ciudad, informan que nunca se oyó hablar tanto de cultura como bajo la dominación marxista y que, con el pretexto de velar por ella, se constituyeron, por orden de los Gobiernos de Madrid y Valencia, comités incautadores del tesoro artístico, con el designio de recoger todas las obras de arte, lo que resultó un inmenso latrocinio del que en gran parte se aprovecharon los mismos individuos de los comités encargados de realizar las incautaciones. Fueron objeto principal de estos despojos las bibliotecas y así fueron saqueados miles de volúmenes de la magnífica de los P.P. Jesuitas de Comillas y de las no menos interesantes del Seminario de Corbán, P.P. Escolapios de Villacarriedo, conventos de Montehano, Las Caldas, Montesclaros y de otras muchas más de conventos y particulares; de la Catedral, además de la biblioteca, se llevaron y destruyeron el archivo, que contenía valiosísimos documentos medioevales, entre ellos buen número de cartularios en los que estaba la historia, aun no bien estudiada, de esta antigua villa de San Emeterio. Calculaban aquellos archiveros en 100.000 el número de volúmenes saqueados, pero según se ha sabido posteriormente quedaron cortos en el cálculo, pues ya van recuperados más de este número y faltan muchos.
La incultura de los individuos del Frente Popular (el Consejero o Ministro del ramo en Santander
(Folio 98.)
lo era el tipógrafo llamado Genaro de la Colina), fue motivo de que la selección de libros saqueados se hiciese conservando los más vistosos, revistas ilustradas, y los de modernas encuadernaciones, y enviando las ediciones antiguas, y en especial aquellas cuyas cubiertas eran de pergamino, a la fábrica de papel para convertirlos en pasta que sirviese para que siguieran publicándose sus periódicos.
También fueron objeto de pillaje las colecciones de arte existentes en palacios y casonas (Marqueses de Comillas y Movellan, en Comillas, Marqués del Solar de Mercadal, en Alceda; Palacio de Fernández de Velasco, en Villacarriedo…)
En donde la furia destructora se extremó fue en el Arte religioso; así fueron destrozadas la casi totalidad de tallas policromadas existentes en la provincia; la mayor parte de los retablos y altares que eran, en muchos casos, obras de arte de estimable valor, y las piezas de orfebrería fueron objeto del robo y, en muchos casos, fundidas para ocultar la ilícita procedencia del metal precioso.
Las generaciones venideras, al viajar por España, podrán distinguir con exactitud la zona que en estos tiempos fue Nacional y la roja, con solo ver en dónde quedan antiguas obras de arte religioso.
(5(33)) El 16 de septiembre de 1936, fue destruida por incendio criminal, la iglesia románica de Silió (Molledo); en las láminas 72 a 77 aparece lo que de ella ha quedado; sin duda vertieron los autores gran cantidad de líquido inflamable para que el fuego causara tan grandes destrozos que ocasionó el total derrumbamiento de la bóveda y no dejaron más que los bellísimos capiteles calcinados y las paredes agrietadas.
La iglesia de San Martín de Elines (Valderredible) joya del arte románico, agregada al Tesoro Ar-
(Folio 99.)
tístico Provincial, fue visitada por un batallón rojo, que no satisfecho con deshacer en una hoguera su hermoso retablo, su coro y sus arcaicas imágenes, disparó sus fusiles para destruir a balazos las figuras de los maravillosos capiteles del Siglo XII, destrozando sarcófagos, profanando sepulturas en el patio de su claustro, dejando por el suelo cráneos, fémures, etc. (Lámina 71).
(5(59)) El puente romano de Puente Viesgo fue volado por los rojos montañeses y destruido por completo no existiendo la más remota razón de orden militar que pueda explicar este atentado arqueológico.
También volaron con dinamita el magnífico puente de San Vicente de la Barquera, construido por orden de los Reyes Católicos.
(Folio 100.)
DECIMOQUINTO
PRENSA ROJA.
Bajo la dominación marxista siguieron publicándose en Santander los cuatro diarios que anteriormente existían; dos de ellos, “La Región” y “El Cantábrico”, pertenecían al Frente Popular, así que continuaron con las mismas direcciones y personal, tendencia y tono que antes del Movimiento; los otros eran derechistas “El Diario Montañés” y “La Voz de Cantabria”; al frente de ellos se pusieron elementos pertenecientes al Frente Popular. “La Región”, a partir del 18 de julio 1936, no pudo subir el tono revolucionario, pues de tiempo atrás venía empleándole máximo; su directora, propietaria y autora asidua de artículos en él publicados, Matilde Zapata, se encuentra presa.
“El Cantábrico” era periódico tipo de izquierdismo arribista amoral; en los 13 meses rojos sus redactores, en rabiosa campaña, vertieron los más venenosos epítetos contra el Ejército Nacional. “El Diario Montañés” y “La Voz de Cantabria”, que de su personalidad anterior no conservaban más que el nombre y la tipografía, competían con los anteriores en mala literatura y chabacanería. A primeros de diciembre comenzó a publicarse el semanario “Nueva Ruta”, órgano de las Juventudes Socialistas Unificadas, periódico que fue la pesadilla de los santanderinos, pues solía publicar una lista de personas “facciosas” que aun estaban libres y vivas, con comentarios e incitaciones tan peligrosas, que las gentes esperaban, impacientes, la salida del
(Folio 101.)
heddomadario, para, si aparecía en él su nombre, ocultarse rápidamente.
En el mes de junio de 1937 la escasez de papel hizo cesar la publicación de todos los periódicos antes citados y apareció una Hoja Oficial, titulada “República”.
De las colecciones de aquellos diarios se ha hecho una revisión en este Juzgado y, como resultado de ella un fichero alfabético de firmantes de artículos en ellos publicados; en cada ficha consten el título de los artículos publicados, la fecha y periódico en que lo fueron y la clasificación de aquellos artículos por medio de las notas siguientes: 1, 2, 3, 4 y 5 que significan:
1 Artículos sin conceptos ofensivos.
2 Artículos de tonos agresivos, de lucha, antifascistas, contra los militares, la Religión, escritos burdamente.
3 Artículos como los de la nota 2, pero escritos con menos incorrecciones literarias.
4 y 5 Artículos extremadamente agresivos.

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