Mientras los yunqueros españoles estaban de boda en Covadonga, su jefe mexicano José Guillermo Velasco Arzac andaba por Chile tratando de convencer a los católicos de que la sociedad secreta anticristiana el Yunque cuenta con el apoyo de la jerarquía católica. Repetía así su intento de noviembre de 2016, cuando se paseó por España tratando sin éxito de que lo recibieran los obispos.
Velasco Arzac, alias Memo, iba acompañado de alguien que se presentaba como miembro de la Universidad Vasco de Quiroga (pero no era José de Jesús Castellanos López, que públicamente se ha destapado como miembro del Yunque, sino el histórico Federico Müggemburg). Dijeron que habían llegado a Chile por una reunión de la ODUCAL (Organización de Universidades de América Latina, recuérdese que el desembarco público del Yunque en España fue también con una reunión para la que lograron embaucar en octubre de 1982 a monseñor Derisi, presidente de ODUCAL).
Los dos yunqueros mexicanos aseguraron en Chile que Eduardo Guerrero (jefe del Yunque en ese país) los había llevado a reuniones con cardenales y obispos chilenos «porque ya no había ningún problema de reconocimiento de la Iglesia a la organización». En concreto, Guerrero y Rodrigo Donoso dijeron haber llevado a los dos mexicanos a hablar con monseñor Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago de Chile, «con quien profundizaron sobre la reforma de la organizacion».
El propio Eduardo Guerrero habría afirmado «que la organización en Chile tenía el apoyo de dos cardenales chilenos». No quiso decir nombres (del emérito Medina es conocida su cercanía a José Antonio Rosas, así que el jefe yunquista trataba de crear dudas sobre un supuesto apoyo de Errázuriz o Ezzati), pero añadió que se iban a reunir con distintos obispos. Comentó que «estaba haciendo lobby con los jesuitas pues es amigo del hermano del anterior superior de los jesuitas en Chile». Al parecer coinciden en un mismo club.
El citado ex provincial de los jesuitas en Chile, Eugenio Valenzuela, fue acusado en 2014 de abusos sexuales. En 2015, la Congregación para la Doctrina de la Fe decidió no abrirle expediente. El 4 de abril de 2017, el encargado en la Curia vaticana de la lucha contra los abusos sexuales, Pedro Miguel Funes Díaz (de los Cruzados de Cristo Rey, los sacerdotes del Yunque), fue relevado de su cargo, seguramente sin relación con lo anterior, pues el Papa comentó que Funes estaba cansado y por eso convenía que volviera a México; el yunquista Andrés Beltramo despidió a su colega con un elogioso artículo.
Por último, CitizenGO ya ha puesto en marcha en Chile la campaña del autobús que en ese caso llevará un mensaje antiaborto y será así la mejor garantía de fracaso para los providas que se mezclen con ellos en el asunto.
Me veo tentado de hacer la pregunta sobre si los chilenos serán más ingenuos que los españoles… Pero no, quedareme en sacar la conclusión de que Chile vale mucho para el Yunque y, como siempre, de que esta sociedad secreta anticristiana no para mientes -y nunca mejor dicho, mentirá a dos carrillos- con tal de sacar alguna ganancia del río revuelto en que, obviamente, se ha convertido hoy día Chile por el empeño de la señora Bachelet en atacar el derecho a la vida y por la incoherencia de los democristianos partidarios del aborto: la ocasión de meterse por la fisura y ahondar las divisiones se la pintan calva a estos partidarios de la dialéctica (marxista o hegeliana, poca diferencia hay: anticristiana en ambos casos).
«Provoca ganas de meterme a clausura.. me enferma a tal punto que no quiero mas…», es el comentario que me hace una persona (casada y con hijos, por cierto) desde Chile: Pues no, paciencia, rezar, avisar a los incautos (o reprender a los calculadores) y el que quiera de paso aclararse un poquito las ideas ya sabe que tiene a su disposición el libro El Yunque en España y a un servidor.