Hasta los alumnos menos inteligentes llegan a comprender que una de las tres normas básicas de la conciencia es que no se puede emplear el mal para lograr un bien (las otras dos son la regla de oro: haz a los demás lo que querrías que te hicieran; y el respeto)… Pero los españoles somos diferentes y no nos basta con tropezar dos veces con la misma piedra. El empeño por ver si el Yunque se vuelve bueno a base de echarle agua bendita se llama ahora Plataforma por las Libertades. Ya siento ponerles un link a un medio como Infocatólica, manipulado por el Yunque, pero alguno había que poner para el que quiera curiosear quién anda metido en la iniciativa.
El discurso de Arsuaga en los PremiosHO 2016 no sé si aún podrá engañar a algún iluso, a mí solo me sorprende por la increíble contradicción de, mientras está haciendo campaña por Trum, comparar al magnate republicano con un partido como el PP al que desde el Yunque-HO se ha atacado constantemente por insulso, y al que ahora pretenden pasar la mano por el lomillo quejándose de que se haya atacado a sus votantes (asimilados aquí a los de Trump).
Para confundir a las buenas gentes, premiaron a un cura, que no tuvo más remedio que ir, por enterarse tarde de qué clase de gente le invitaba, pues me confió que o bien no iba o bien rompía el contacto con quienes le iban a manipular en cuanto se marchara… Cada vez quedan menos tontos, pero haberlos, hailos, y de eso viven -a lo grande- los manipuladores.
Según el último correo enviado por Luis Losada a sus suscriptores, CitizenGO, fundación creada por una sociedad secreta anticristiana, tiene el descaro de invocar su falsa defensa del cristianismo como primera razón para pedir dinero; descaro elevado al cuadrado -que ya es en realidad la enésima potencia- al erigirse en únicos defensores «globales del cristianismo»:
El periodista Ernest Alós parece haber mostrado fuera de toda duda razonable que el personaje fotografiado por Juan Guzmán en el frente de Siétamo en agosto de 1936 no es un sacerdote poco antes de ser martirizado, sino un miliciano, probablemente de la columna Carlos Marx que asediaba ese pueblo oscense.
Foto tomada por Alexander Wainman el 23 de septiembre de 1936.
Doctor en Historia y autor de El Tren de la Muerte (La Esfera de los Libros, 2011).
El libro Los sucesos de España, del embajador de Chile, Aurelio Núñez Morgado, relata entre otras cosas cómo se tomó y transmitió al Gobierno republicano la decisión de admitir refugiados españoles en las embajadas y legaciones diplomáticas extranjeras. Esto, en la práctica, equivalía a afirmar que la Segunda República Española había dejado de ser un Estado de Derecho y que, para paliar en parte el no reconocimiento de los derechos ciudadanos, los diplomáticos extranjeros acudían en auxilio de los ciudadanos españoles al margen de lo que opinara un Gobierno –el de la República- que ya no merecía tal nombre, bien porque no pudiera o bien porque no quisiera respetar los derechos cívicos. Sigue leyendo La Revolución Española de 1936 vista por un diplomáticoAurelio Núñez Morgado, embajador de Chile y decano del cuerpo diplomático, explica cómo desapareció el Estado de Derecho en la Revolución Española de 1936