Quiero explicar por qué pienso que ya no habrá más Papas como los de antes. Para que comprendan a qué me refiero les propongo retrasar sus relojes dos mil años y preguntarles cuántos nombres de papas de los tres primeros siglos de cristianismo conocen, aparte del de san Pedro.
Probablemente su respuesta, lo mismo que la mía será: ninguno. ¿Significa esto que en los tres primeros siglos de cristianismo no hubo papas? No, claro que los hubo. ¿Significa esto que NO fueron todos y cada uno de ellos la piedra sobre la que se edificó la Iglesia? No, está claro que lo fueron. Pero no eran papas que gobernaran la Iglesia a golpe de “ordeno y mando”, emitiendo decretos y documentos conocidos por todos los católicos y que eran aceptados y obedecidos inmediatamente por todo el mundo: no, los papas de los primeros siglos eran pastores del rebaño de Cristo, pero no ejercían prácticamente ningún poder, y casi ninguna influencia sobre los cristianos, más allá del ejemplo, muchas veces martirial, sobre unos pocos fieles en la Iglesia de Roma.
Pues esto es, en definitiva, lo que yo pienso que va a pasar y de hecho está ya pasando, dado que nuestro mundo se ha vuelto completamente ajeno a la realidad, e incluso a la mera suposición, de que el papa tenga un poder de jurisdicción sobre todo el mundo, es decir, que Cristo le haya dado poder sobre esa masa inmensa de mil trescientos millones de personas que se llaman católicas, e incluso sobre el resto de seres humanos.
Sigue leyendo Por qué no habrá más Papas como los de antes (Garabandal) Los Papas parecen haber perdido la capacidad de gobernar la Iglesia con el estilo de «ordeno y mando» a que estábamos acostumbrados