El 11 de noviembre de 1947, en un discurso parlamentario como líder de la oposición, Winston Churchill afirmó que “la democracia es la peor forma de gobierno, si exceptuamos todas las demás”. Esta sutil ironía puede servir para comprender que, aunque la democracia es la mejor forma de gobierno, no garantiza la felicidad individual.
Si nos dieran a elegir entre vivir en una familia o en una comuna, la mayor parte de nosotros elegiría vivir en familia. Y es que el amor y la búsqueda de la felicidad rige la vida en familia, aunque no sea una forma de vida democrática. En cambio, en una comuna, es decir en la sociedad en general, en el mejor de los casos se busca la justicia mediante la democracia, pero eso rara vez basta para hacernos felices.
¿Qué tiene esto que ver con el Sínodo de la Sinodalidad que acaba de concluir en la Iglesia católica? Pues que con este Sínodo, la Iglesia adopta una forma de gobierno que tiende a la democracia, lo que significa que tendremos garantizados en ella nuestros derechos, pero al mismo tiempo deja de parecerse a una familia que busque nuestra felicidad.
Sigue leyendo Cómo sobrevivir en una Iglesia sinodal – democrática En la Iglesia sinodal, la autoridad se sustituye por un equilibrio de poderes semejante a una democracia… Pero en el fondo es una dictadura