Viacrucis en la nieve utilizado por monseñor Martínez para ilustrar su entrada de blog.

Por fin un obispo explica por qué no votar a Vox


El arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, publicó el 14 de marzo de 2019 en su blog personal una entrada titulada Trágica confusión en el pueblo cristiano, en la que explica las razones por las que un cristiano no debería votar a VOX, aunque sin mencionar expresamente a este partido.

El texto ha sido resumido por Religión Digital correctamente pero sin explicar el trasfondo referido a VOX, interpretado por Gabriel Ariza (Infovaticana) como si el prelado utilizara su cargo para «confundir al votante católico», y atacado por el bloguero Cigoña -que lo confunde con una carta pastoral- como un intento de «vender PP».

Como se ve, los críticos intentan que parezca que el arzobispo de Granada no habla claro, cuando, a cualquiera que lea la entrada del blog, le resultará patente que es el primer texto en el que un obispo español habla clarísimo sobre política (con la lógica salvedad de no nombrar a VOX) en décadas.

Que sea un obispo, para mí, implica que merece al menos cierta atención. Que hable de política, y con claridad, más, pero, añado, es que para colmo es coherente con la fe cristiana y diría que bastante lúcido: así que en vez de seguir el hispánico impulso de juzgar y olvidar, presento, a continuación de la foto, mi resumen del texto. Solo les pido que crean que merece la pena, y les vuelvo a poner el link con el consejo de leerlo y releerlo. Y después del resumen aportaré una  opinión sobre Vox.

Viacrucis en la nieve utilizado por monseñor Martínez para ilustrar su entrada de blog.
Viacrucis en la nieve utilizado por monseñor Martínez para ilustrar su entrada de blog.

Trágica confusión

Primer párrafo: Libertad. Los políticos son libres de hacer propuestas y la gente libre de votarles.

2º.- El hecho «trágico». Muchos católicos votarán a VOX por ser la opción supuestamente más cercana a «la visión cristiana del mundo».

3º.- El engaño. En realidad, VOX ha sido creado  por la izquierda para «fracturar al pueblo español y desarraigarlo total y definitivamente de su tradición cristiana».

4º.- El miedo. ¿Necesitan los cristianos protección del gobierno?: «No necesitamos ni un partido ni un gobierno que apoye a los cristianos».

5º.- La valentía. ¿Un ejemplo?: Los primeros cristianos. «No delegaban su respuesta al amor de Dios en las estructuras del imperio, para que el imperio respondiera a Dios en nombre suyo. La verdad es que jamás la Iglesia creció tanto como en aquellos primeros siglos. Tanto y tan libremente».

6º.- No a la pasividad. Abstenerse o votar en blanco es dejarse llevar por la corriente.

7º.- Obligación para el obispo: Debe guiar al pueblo para que no caiga en trampas, «más aún, cuando el pueblo de Dios está propenso a enfermar gravemente, dejándose seducir con cantos de sirena».

8º.- Excusas: Decir que un obispo no debe meterse en política equivale a renegar de Jesucristo. Es la «religión liberal» que se quiere imponer desde el poder.

9º.- Masonería: Esa religión que no habla de política es la de la masonería, el deísmo, y el capitalismo («la de los padres de la economía política y la de los padres de la constitución americana»), «la fábrica más eficaz de falsos creyentes, de no creyentes (y de resentidos) que ha conocido la historia».

10º.- Cuestión social: El cristianismo es amor a Dios y al prójimo: «tiene consecuencias para todos los hombres, de todas las culturas, y en todos los ámbitos de la vida».

11º.- Humanismo: El cristianismo adopta todo lo bueno de cualquier cultura y ama todo lo humano y a toda persona.

12º.- Los valores no valen: Reducir el cristianismo a una «visión del mundo» es renegar: «es creer —y hacer creer a otros— que Jesucristo es un dato adjetivo en nuestra vida, y que se puede gozar de algunos bienes que Jesucristo ha inaugurado en la historia sin necesidad de él, de su gracia y de la pertenencia a su pueblo».

13º.- Apostasía: Pretender que se defienden «familia y vida» mientras se defiende el capitalismo y no hay caridad con pobres e inmigrantes, es signo de haber perdido la fe y de que solo se predican apariencias. Las mismas apariencias que defendía el ateo Maurras con L’Action Française, cuyos seguidores, al no hacer caso a las advertencias de la Iglesia, «terminaron echándose en los brazos de Hitler y de Mussolini«.

Mi opinión sobre Vox (en vídeoen libro)

A aquellos a los que no convence la opinión del obispo, les agradezco que al menos la hayan estudiado, pues que nadie está libre de error y menos de  matices. A mí, curiosamente, lo que más me ha llamado la atención es lo que dice sobre votar en blanco, pues pensaba que tenía cierta utilidad.

¿Y sobre Vox? He expresado en vídeo una opinión semejante y se la aporto, consciente hasta donde la experiencia me enseña de que es algo inútil, porque el orgullo convierte al español en caballo desbocado al que no vale la pena intentar parar: ahora que todo se ha desencadenado, hay que esperar a que se agote en su carrera. Eso sí, a los sesudos insultadores les recuerdo que si quieren, insulten a los verdaderos creadores de Vox, que para el obispo es la izquierda y para mí más bien los independentistas catalanes. No nos insulten a los que parecemos críticos, aunque seamos ciertamente algo ilusos al creer que se puede detener un caballo desbocado.

A quienes a pesar de todas las evidencias siguen creyendo que más vale lo bueno prometido que lo malo por repetir, les diré que mi convicción de que de Vox no puede salir nada bueno se basa en tres puntos encadenados: 1) Abascal debe su carrera al apoyo de una sociedad secreta anticristiana, el Yunque; 2) el núcleo duro de Vox sin duda lo sabe y consiente en las trampas de esa sociedad; y 3) por la falta de democracia del partido, tienen garantizada su continuidad al frente de Vox.

Lo que dice el arzobispo se podría corregir tratándose de gente normal, pero tratándose de cínicos, es decir de personas que no están corrompidas por debilidad, sino a sabiendas, no digo que sean irreformables, que hasta después de muertos no lo serán, pero les hace candidatos a una reforma personal más improbables que otros políticos cuya doctrina en teoría puede ser peor, pero que son mejores en la práctica, porque la corrupción de lo mejor es lo peor, y por tanto predicar de forma corrupta una doctrina mejor te hace peor que otros politicastros… No deja de ser mi opinión pero a mí me convence.

3 comentarios en «Por fin un obispo explica por qué no votar a Vox»

  1. En cambio la cobarde de Soraya y el pusilánime de Rajoy con la prodigalidad de Montoro eran mejores q Vox. El PP ha pasado de gobernar con 180 escaños a perder el poder Y arrastrar una crisis de credibilidad. Ya tuvo su oportunidad. La apelación al miedo siempre esconde debilidad.

  2. Pues en realidad no lo tengo claro por desconocer si en su programa se contempla las controversias que usted nos quiere decir que este partido pueda tener con respecto a su creencia religiosa. Lo que si le quiero decir que profundice un poco más en nuestra Hª y no me confunda inmigración con ocupación violenta de nuestro territorio como hicieron los romanos, visigodos y árabes . Le recuerdo que fenicios y griegos también visitaron nuestra península, pero lo hicieron de otra manera.
    Confundir a la gente es una política nefasta para el conocimiento.

  3. A VOX no lo inventaron ni las izquierdas ni los separatistas. VOX surge en 2013 como una inicial respuesta al gobierno Rajoy por la timidez del mismo a acometer las iniciativas legales que acabasen con el auténtico cambio de régimen que había llevado a cabo Zapatero. VOX surge como oposición frontal al zapaterismo y como reacción al fraude que suponía el gobierno del PP rajoyano para la España liberal-conservadora. Se presentó por primera vez en las europeas de 2014, estuvo cerca del escaño, pero no lo conseguió finalmente. Yo les voté siempre incluidas esas primeras elecciones. Pasaron la travesía del desierto de todo el que empieza de cero, y la deriva secesionista catalana fue el detonante que los fue catapultando. Hoy es la auténtica oposición al régimen zapaterista caracterizado por leyes totalitarias que no tienen cabida en la constitución, sino en mentes totalitarias y enfermas, como las de género o la de memoria histórica. El resto de partidos conforman el régimen y entre ellos no hay más que diferencias de matiz. Dejo fuera del régimen también, claro está, a grupúsculos de iluminados del tipo de las falanges o algún que otro de integristas, que deben ser los grupos en los que algún obispo querrá que confiemos y tengamos ilusión a fin de derribar al régimen zapaterista.

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